Un hombre a punto de quitarse la vida es tocado por Dios, a través de Participantes de “ENFOQUE”
“ENFOQUE” fue más que solo un “evento juvenil” para muchos jóvenes. La participante Maite Rojas, de la iglesia del Nazareno del bosque CI.RE. de Costa Rica, nos cuenta su testimonio de cómo su vida cambió durante la máxima misión realizada en, Río abajo, Panamá, cuando Dios la usó para intervenir en la vida de Alejandro, un hombre de camino a quitarse la vida.
El testimonio
Durante la Máxima misión, me pregunté, en qué equipo me tocaría, luego confirmé que en ¡evangelismo!, No soy lo que se puede llamar, una experta, en realidad quise cambiar de equipo en cuanto lo supe, pero los planes de Dios nos sorprenden.
Esa tarde junto con mi amigo Hugo Miranda (Iglesia del Nazareno, Tibás, Costa Rica), fuimos asignados a un lado de la calle y los recibimientos de la comunidad no eran muy alentadores, aún así en un par de casas fueron cordiales con nosotros, incluso, aún recuerdo algunos nombres. Al terminar la calle íbamos conversando acerca del método de evangelismo que utilizábamos y de lo poco que parecía funcionar en ese momento. Un hombre nos rebasó mientras decidíamos si entrabamos a una calle y decidimos alcanzarlo, cuando le preguntamos si podíamos hablar con él su respuesta fue clara pero no cortante, “pueden hablar lo que quieran que yo igual voy a colgarme”. Hugo y yo nos sorprendimos y decidimos escucharlo; Era un inmigrante, con familia en su país natal y con familia en Panamá, sin mas comida que unas galletas que le dejó a su familia más temprano ese mismo día, sin trabajo por falta de papeles, realmente hizo aflorar una gran compasión en nosotros, empezamos a hablarle y después de dejar de ser nosotros quienes hablábamos, el hombre se quebró, todos supimos que Dios estaba extendiendo su mano para darle una nueva oportunidad y sacarlo de su situación. Después de un tiempo de conversación nos dijo que él no estaba enojado con Dios, que él se había apartado de sus caminos pero que sabía que había sido su propia decisión.
Podemos decir que este hombre no se fue como llegó y sabemos que no tuvo duda en que Dios lo estaba llamando, se llevó un material de estudio y una Biblia que teníamos en ese momento, se fue secando las lagrimas, con la frente en alto y un paso firme hacia su casa. Hablamos con el pastor comunicándole la situación y solicitando la canasta de alimentos que tenían en la iglesia, dejamos el número y la dirección de Alejandro para que sigan apoyándole.
Ese día, mi vida tuvo un gran sentido vivo y ardiente, volví a mi país, pero me traje a la Región entera en el corazón. Los planes de Dios son impredecibles, ¡dos ticos, evangelizando a un colombiano en Panamá! Creo de verdad que un corazón dispuesto es todo lo que Dios necesita para terminar el proyecto que empezó en nosotros.
Maite Rojas Segura
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Por: Ana Hernández, Comunicaciones Región Mesoamérica