El día de ayer compartimos una nota sobre el fallecimiento del Hno. Manuel Rodríguez, padre de la Hermana Rosa de Sáenz, compartimos ahora una reseña de lo sucedido en el sepelio el día de ayer, escrita por la hermana Yanina Gálvez, Coordinadora de Comunicaciones de la Región Mesoamérica.
La partida de un ser amado es doloroso, pero cuando esa persona se ha ido con el Señor, es diferente hay paz en medio del dolor… esto fue lo que se vivió en el cementerio los Guayacanes el día de hoy 27 de mayo del 2013, en el acto de sepelio del Hno. Manuel Rodríguez, padre de nuestra hermana Rosa de Sáenz, esposa de nuestro director regional, Dr. Carlos Sáenz. Quien junto a su familia hoy le dieron sepultura a los restos de su suegro, quien era muy cercano a el.
La hermana Rosa de Sáenz, abrió el servicio con unas palabras de aliento y haciendo una reseña de la vida de su Padre a quien cariñosamente llamaba «padrino», realmente en pocas palabras nos hablo de la obra de Dios en la vida de un hombre quien amaba grandemente a su esposa, hijas, nietos y yernos a quienes amaba como a hijos propios. Nos hablo del talento natural de la musical con su violín, que deleitaba a su familia y amigos adorando al Señor. Su nieto Elías, quien dirige el grupo de adoración de la iglesia, dirigió cantos que su abuelo acostumbraba a cantar y junto a toda la congregación allí reunida alabamos al Señor por su grandeza y amor para este hombre, quien Él llamo a su presencia el día 25 de mayo del 2013.
Se vivió un momento de tristeza por la separación física, pero de gozo en el Dios por la vida de este hombre que por 21 años vivió una vida cristiana en abundancia y con grandes testimonios a su alrededor. Un grupo de sus nietos le dedicaron la canción «yo te extrañare», realmente un momento muy emotivo.
El Dr. Sáenz, quien llevo la palabra del Señor, hablo sobre la vida de Job y exhorto a la congregación a esforzarnos por alcanzar la meta de la vida eterna en Cristo Jesús. Y decía «ya él llegó…» refiriéndose a su suegro, ahora faltamos nosotros que igualmente nos tocara ese día. Dejando en la mente de cada asistente la realidad que algún día enfrentaremos este mismo momento y lo mas importante es vivir para el Señor en Santidad. Al final antes de ser sepultado el cuerpo de nuestro Hno. Manuel Rodríguez, su esposa, la pastora Edelmira a quien cariñosamente le decimos Iña, vio por ultima vez el cuerpo de quien fue su esposo y dio unas palabras de reto a todos los presentes, a las mujeres les dijo: «mujeres no entreguen a sus esposos» queriendo decir a las mujeres que sus esposos no son cristianos, no se cansen de orar y dio el testimonio que ella oró 21 años por la conversión de su esposo y este año él cumplía 21 años de haber recibido a Cristo como Salvador y Señor. Realmente la fortaleza que Dios le ha dado a esta mujer de Dios nos ministra a todos y nos enseña a amar a Jesús por encima de todo y de todos.
Oramos por el consuelo del altísimo para todo la familia, especialmente por la Pastora Edelmira Rodríguez. Gracias por sus oraciones por la Familia Sáenz en estos momentos de dolor.