Por Dan Reiland
La cima puede ser solitaria.
Hay algo de verdad en ese concepto, pero se trata más bien de la toma de decisiones, el peso del liderazgo y la responsabilidad. No se trata real o literalmente de estar solo. Nunca fuimos diseñados para liderar solos.
Es común para pastores y líderes en general, intentar liderar desde el aislamiento. Sinceramente es más fácil liderar solo a corto plazo, pero nunca es una buena idea. La verdad es que se puede liderar desde el aislamiento, sólo que no por mucho tiempo y no bien.
Liderar desde el aislamiento se debe a varios factores posibles. No es probable que ningún líder los experimente todos, pero cuanto más te sientas tentado a inclinarte hacia ellos, más peligroso será.
¿Cuáles te tientan? Identifíquelos y resístase a ellos.
7 Tentaciones Engañosas para Liderar Solo:
1) La idea errónea de que ahorra tiempo.
Todos queremos ahorrar tiempo y es más rápido hacer algo uno mismo. Pero eso solo es verdad si usted nunca lo va a repetir, o si su iglesia nunca crece. Si su iglesia crece, necesitará que otros le ayuden a liderar, y es necesario desarrollar a esos líderes antes de necesitarlos.
Lleva más tiempo equipar y desarrollar personas que hacerlo uno mismo, pero a la larga liderar con otros es la mejor opción, ¡y eso multiplica su tiempo!
2) La falsa creencia de que puede protegerle de ser lastimado.
Si usted ha servido en el ministerio por cualquier cantidad de tiempo, usted ha sido lastimado. Es parte del territorio. No el tipo de herida abrumadora donde ya no confía en los demás, pero usted fue lastimado a nivel del corazón de una manera que le hace ser cauteloso.
Trabajamos con personas y es habitual sentirse decepcionado y, por desgracia, incluso traicionado en ocasiones. Afortunadamente, esto último es mucho menos frecuente. Cuando eso ocurre, los líderes se echan atrás de forma natural. La mejor respuesta es perdonar, seguir adelante y permanecer cerca de la gente.
Los muros de autoprotección que mantienen a raya el dolor son los mismos muros que mantienen alejados el amor y el apoyo.
3) La tonta noción de que menos responsabilidad le permite ir más rápido y lograr más.
Puede haber mucha libertad en el ministerio. Es natural dejarse llevar por esa libertad, lo cual no es malo en sí mismo. Pero sin responsabilidad intencional, es fácil meterse en problemas. Sin la responsabilidad que proviene de una comunidad auténtica y de un trabajo en equipo de confianza, es fácil que los valores y las convicciones bíblicas se erosionen lentamente, especialmente bajo presión. Nos necesitamos unos a otros para liderar bien.
Los problemas prácticos comienzan en la inocencia, desde no trabajar una semana completa, pero percibir que sí lo hace, hasta cuestiones más complejas como una perspectiva sesgada porque no hay suficiente conversación con otros líderes del equipo.
La rendición de cuentas y el auténtico trabajo en equipo son fundamentales para el éxito del ministerio a largo plazo.
4) La idea malsana de que liderar mayormente solo se ajusta mejor a su cableado personal.
Dios hizo a los líderes de manera diferente. Algunos son más introvertidos y otros son más extrovertidos en su tipo de personalidad. Algunos tienen un impulso tipo A y otros un impulso tipo B. Algunos son más creativos y otros más analíticos.
No existe una combinación correcta o incorrecta. Pero hay algunos tipos de personalidad cuyo cableado personal se inclina más hacia el aislamiento que otros.
Si usted es un líder al que le gusta pensar y estudiar, y disfruta del tiempo a solas planificando, eso está bien, pero tenga cuidado con la tentación de permitirse más tiempo a solas de lo que es prudente. Procure pasar tiempo con otros líderes.
Marque tiempo en su calendario para pasar tiempo social, estratégico, espiritual y de desarrollo con otras personas.
5) La suposición incorrecta de que porque su iglesia es pequeña usted está obligado a liderar solo.
Una iglesia más pequeña puede hacer que la tentación de liderar solo sea más prominente.
Si usted es el pastor y el único miembro del personal, hay mucho trabajo que debe llevar usted solo. En parte es normal y así es. Pero hay muchas cosas en las que la gente de su congregación puede ayudarle.
¿Les está invitando a participar? Sus líderes voluntarios son un don de Dios. Confíe en ellos, desarróllelos y permítales ejercer los dones que Dios les ha dado.
A veces, pedir ayuda a una sola persona más es suficiente apoyo y estímulo para seguir adelante y hacer verdaderos progresos. Haga lo posible por no agobiarse con todos los voluntarios que le gustaría tener, y céntrese en sólo uno más.
Nunca subestime el valor de un nuevo líder más. Esa persona puede cambiar su iglesia de maneras hermosas e impactantes.
6) Permítase una adicción silenciosa en la que esconderse se convierta en un hábito.
Cuando la poca responsabilidad y la falta de convicción moral de los patrones de pensamiento aislados se convierten en parte de un estilo de vida, esconderse suele ser el siguiente paso peligroso.
Una vez que empezamos a esconder hábitos, es difícil salir de este patrón. Este comportamiento es una forma de justificar adicciones silenciosas y eventualmente pecados secretos.
El capítulo 3 de Génesis deja claro que ocultar es parte de nuestra naturaleza pecaminosa. Queremos encubrir lo que sabemos que está mal. Hay que admitir que esto está en el lado dramático del aislamiento, pero no deja de ser una posibilidad para cualquier líder.
Salir de las tinieblas para entrar en la luz requiere confesión y responsabilidad. ¿Necesitas hablar con un amigo de confianza?
7) La verdad a medias de que incluir a los demás puede ser agotador.
Como ya se ha dicho, equipar y desarrollar lleva tiempo. En el caso del desarrollo de líderes, lleva mucho tiempo. Desde lanzar la visión una y otra vez (la misma visión), hasta acompañar a los voluntarios para equiparlos para el ministerio y el liderazgo, el proceso puede ser agotador.
Todos queremos correr un poco «más rápido y más ligero», y eso es más difícil cuantas más personas lleves consigo. Sin embargo, cuanto más crece su ministerio, más necesita compartir el ministerio con nuevos líderes que le ayuden a llevar la carga.
Tome tiempo ahora, pero a la larga, incluir a otros levantará una cantidad significativa del peso del ministerio de sus hombros.
3 Buenas Razones por las que Asociarse con Otros en el Liderazgo es una Idea Sabia.
1) Es personal y espiritualmente saludable liderar con otros.
Su alma se refresca cuando sirve en sociedad con otros líderes, y hay una tremenda fuerza y sabiduría en un buen trabajo de equipo. Para una idea específica, le animo a formar un grupo pequeño y comprometido de compañeros de oración. Tal vez siete personas que oren por usted un día a la semana.
2) Jesús demostró un modelo de comunidad de liderazgo.
Jesús podría haber liderado en esta tierra por su cuenta, tenía el poder para hacerlo, pero seleccionó un equipo de doce y formó una fuerte comunidad ministerial dentro de ese grupo. Esos líderes, menos uno, lanzaron todo el movimiento del cristianismo. Él pasó tiempo con ellos, los amó, oró por ellos y los entrenó. Este sencillo modelo es el mejor que todos podemos seguir.
3) Su liderazgo ganará más impulso y poder de permanencia.
Cuanto mayor sea su habilidad y capacidad para incluir, desarrollar y potenciar a los demás, mayor será su potencial de liderazgo. Cuantas más personas se sientan inspiradas a seguir su visión, mayor será el impulso que experimentará su iglesia. Con más gente, la cosa se complica, ¡pero lo que hacemos es alcanzar y edificar a más gente! Otros líderes fuertes a su alrededor le ayudarán a resolverlo.
Oro para que encuentre el balance correcto de tiempo a solas y tiempo con la gente para su liderazgo ministerial.
Derechos de Autor © 2024 Dan Reiland
Traducido por: Elizabeth Guevara Cabrera
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