La Iglesia del Nazareno está respondiendo activamente luego que el huracán Fiona impactaran Puerto Rico y República Dominicana en septiembre pasado.
El huracán con vientos de 140 kilómetros por hora, causó fuertes inundaciones en el suroeste de Puerto Rico. Muchas calles se encontraban bloqueadas por la caída de los arboles, varios municipios quedaron incomunicados, y muchas casas totalmente debajo del agua.
Miles de personas fueron desalojadas y movilizadas a refugios. Además, un gran porcentaje de la isla estuvo varios días sin electricidad y sin agua, y no tuvieron acceso a gasolina y tiendas de alimentos.
La pastora nazarena, Ivelisse Valentín, reportó que en Toa Baja 2,000 familias perdieron todas sus pertenecías.
La iglesia en el país se movilizó para reunir agua, ropa, alimentos y artículos de primera necesidad para llevar a las comunidades que fueron más afectadas por el huracán, como lo fue Cabo Rojo, donde se encuentra una Iglesia del Nazareno.
Trabajaron con los líderes del gobierno para conocer de primera mano a las familias más afectadas y algunas iglesias abrieron sus templos para que la gente pudiera lavar su ropa.
La iglesia en Aguada, vio una gran necesidad en un residencial público de escasos recursos, ya que debido a las prohibiciones de usar estufas de gas las personas no podían cocinar sus alimentos sino hasta que fuera restablecida la electricidad. Así que la iglesia los adoptó y cocinó los alimentos de cientos de personas durante cuatro días, hasta que el servicio de energía fue reestablecido. Además de cocinar y atenderlos, la iglesia también sufragó el costo de las provisiones. “El pastor Eddie Pérez y su equipo de trabajo han realizado una labor excelente”. Dijo la coordinadora regional de Ministerios Nazarenos de Compasión (MNC) Dhariana Balbuena.
Por medio de MNC, se realizó la compra de 450 tarjetas para la compra de artículos básicos para 450 familias de las más vulnerables.
También, el distrito Sur de La Florida, se unió enviando una donación para apoyar la respuesta de la iglesia.
En República Dominicana el huracán Fiona también causó fuertes vientos y lluvias, especialmente en el este y noreste del país. Estos produjeron inundaciones, arboles y postes del tendido eléctrico caídos, lo que provocó el corte del servicio eléctrico.
Muchas personas se desplazaron a zonas más seguras tras los daños causados a sus viviendas.
5 templos nazarenos sufrieron fuertes daños y quedaron inhabitables, pero sus congregaciones siguen celebrando sus reuniones.
Luego de hacer un diagnóstico para conocer las ciudades más afectadas, la Iglesia del Nazareno recolectó artículos de primera necesidad como ropa, alimentos, agua e implementos para higiene personal.
Por medio de MNC, 500 familias recibieron: colchones, sabanas, toallas y alimentos, además, a algunas de esas familias también se les proveyó plantillas y tanques de gas.
La iglesia continúa movilizándose y trabajando, no deje de orar por ellos y por todos los que han sido afectados.
Fuente: Dhariana Balbuena, coordinadora Regional de MNC