Impactante testimonio por Rev. Bernie Slingerland, coordinador de Evangelismo, Región Mesoamérica
En un avión con destino a Panamá, que salió desde Guatemala con 3 horas y media de retraso. No es necesario decir que yo no estaba muy entusiasmado con todo esto, pero el Señor tenía una de sus Citas Divinas ya planificada. Había un hombre sentado a mi lado que empezó a hablar conmigo, llamado Guy, él nació y se crió en Israel y ha vivido en el Panamá durante los últimos 18 años. Creció en una familia judío ortodoxa, pero el ya no era practicante. Empezamos a hablar de Panamá, entonces el quería saber lo que yo hago, así que le explique que soy misionero en la Iglesia del Nazareno. Entonces, le pregunté si él celebra la Navidad, a lo que el contesto que tienen algunas cenas especiales y algo mas. Luego, compartí mi testimonio personal, que luego llevó a compartir el Evangelio. Le pregunté si había oído el Evangelio antes y me dijo: «no»! Así que le pregunté si le gustaría ser «nacido de nuevo» él respondió: «Sí, me gustaría!» Así que mientras el avión estaba a mitad de camino desde Guatemala, Guy aceptó a Jesucristo! » Sucedió que yo tenia conmigo una copia de la película de Jesús en Español, Hebreo, Inglés y otros idiomas. Guy estaba emocionado al saber que podía verla en hebreo. Más importante, el estaba emocionado de «nacer de nuevo» en el tiempo de Navidad!
Dos días más tarde, una situación similar le ocurrió a mi hija Hannah Slingerland. Ella estaba volando a Panamá desde Dallas y su vuelo se retrasó 3 horas y media en Dallas TX. Hannah es una estudiante de primer año en Mount Vernon Nazarene University, en Mt. Vernon, OH. De alguna manera, un hombre de 30 años procedente de los EE.UU., nacido en Panamá estaba sentado junto a ella. El quería hablar y compartió sobre Panamá y su trabajo en los EE.UU.. él le preguntó Hannah acerca de lo que ella hace en los EE.UU. y por qué estaba viajando a Panamá? Hannah compartió que es estudiante en MVNU, estudiando educación infantil. También le compartió que ella iba Panamá para estar con su familia, que son misioneros. El empezó a hacer más preguntas sobre la misión, y él compartió que su padre era pastor. Compartió que él no ha estado caminando con el Señor, y creía que tenía que hacer algo al respecto. Así que Hannah compartió el Evangelio con él, y lo invitó a orar y a «nacer de nuevo». Él lo hizo, y él estaba muy agradecido por la conversación y la oración.
No importa si estamos en la tierra o en el aire, ¡las personas necesitan saber que pueden «nacer de nuevo»!