Kelyn Barrera, es una madre soltera, sorda, de 28 años y vive en Santa Tecla en El Salvador. Su vida cambió drásticamente durante el periodo de cuarentena (por COVID-19), cuando el padre de su hija, quien la dejó estando embarazada, decidió llevarse a su pequeña hija Dora* de 4 años, pues dijo, quería que “creciera y hablara normal”. Kelyn sufrió durante un mes y medio la ausencia de su pequeña hija, pero con la ayuda de las autoridades del gobierno de su país logró recuperarla.
Milagro Cruz, es miembro de Iglesia del Nazareno, Monte Carmelo, en El Salvador, ella conoció hace algún tiempo a Kelyn, y se ha acercado a ella, fue así como se dio cuenta de algunas necesidades que Kelyn tenía, como ropa y zapatos para su pequeña hija. Ella recolectó esas y otras cosas más para apoyar a esta familia que ha pasado por momentos difíciles. Ellas recibieron con agradecimiento y alegría todo lo que les fue entregado. Dora, que también habla el lenguaje de señas, agradeció con mucha alegría por las cosas que recibió.
“Oramos para que nuestro Señor supla sus necesidades, como salud, protección, y salvación a esta familia”. Dijo Cecilia de Díaz, coordinadora del Ministerio Internacional, Don de Amor Nazareno (MIDAN), quien nos comparte fotos de la felicidad expresada por Dora al recibir este regalo.
También dijo que Milagro se está acercando cada vez más a esta familia y está aprendiendo el lenguaje de señas para comunicarse mejor.
“Pienso que a Milly (como ella le dice de cariño) el Señor la está tocando, porque ha hecho contacto con varias personas que son sordas. Pienso que es Dios trabajando en la vida de Milly, ella es una joven dispuesta al servicio”.
Fuente: Cecilia de Díaz, coordinadora de MIDAN, distrito centro de El Salvador
Dora* nombre ficticio.