Keila Yadith Suárez es una enfermera nazarena que estuvo enferma de COVID-19, ella nos cuenta su experiencia al atravesar por el COVID-19 y cómo estando lejos de sus padres pudo ver la mano y el cuidado de Dios en este proceso.
“Saludos desde Chiapas, México. Mi nombre es Keila Yadith Suárez Manuel, soy hija del superintendente, Mario Suárez y mi madre, Lucía Manuel, coordinadora de MNI para el sur de México.
Estuve enferma de COVID-19. El 29 abril detectaron que estaba infectada del virus. Presentaba todos los síntomas, tos, fiebre y dolor de cabeza, pero por la gracia de Dios estamos bien, no fue fácil pero allí estuvo la mano de Dios, ya que mis padres no podían viajar a donde yo estaba, ya que soy enfermera. Además, mi mamá estaba en recuperación de salmonela.
Pero Dios envía a sus ángeles. En la casa donde vivía, las tres personas nos infectamos, y nos aislaron, pero vi la mano de Dios pues hubo una doctora que estuvo al pendiente de nosotras. Gracias a Dios por su mano de poder manifestada. Él no nos deja ni nos desampara. ¡Ánimo mis hermanos, a confiar en nuestro gran Dios, el poderoso de Israel!
Debemos cuidarnos. Estoy muy agradecida con Dios y su pueblo que estuvo orando y ayunando, Dios los recompense hermanos. Y a los que me enviaron mensajes y me llamaron ¡muchas bendiciones!”