Ester 2:17 RVR-1960 “ Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló ella gracia y benevolencia delante de él más que todas las demás vírgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti”.
Vivimos un tiempo en donde el culto a la belleza y al físico se ha vuelto parte fundamental en el éxito en una persona, sobre todo en el ámbito de las mujeres, donde a muchas se les ha vendido la idea de que sólo podrán sobresalir debido a su belleza, convirtiéndolas así en “objetos de lujo” basados sólo en la apariencia. Los concursos de belleza tienen esta idea, pero la verdad es que dentro de estos se mueve una serie de productos de belleza y por ende mucho dinero.
Esto ha traído una serie de cambios en el concepto de ser mujer, muchas mujeres cambian de actitud al entrar en el mundo de la belleza. Algunas se pierden en formas inadecuadas de comportamiento, y se llenan de orgullo y soberbia, con la idea de que pueden hacer todo lo que ellas quieran, tal es el caso de la reina Vasti. Ella creyó que el poder de su belleza y posición estaba por encima de la autoridad del rey.
La Biblia nos presenta que en los planes de Dios para una mujer, la belleza es un elemento de segundo plano, ya que hay otros aspectos que Dios pone en las mujeres para destacar. Un ejemplo de esto lo podemos ver en la reina Ester, a quien le dio dones que fueron fundamentales para salvar al pueblo de Israel de su exterminio.
Uno de ellos es la benevolencia. Esta es sinónimo de generosidad, compasión, bondad, afabilidad, docilidad, todas ellas de gran importancia en las relaciones con los demás.
Otro elemento que describe la Palabra es la gracia, Ester la proyectaba. Esta podría ser entendida también como elegancia y buen trato. Este elemento une y da confianza, elementos que fueron fundamentales, además de la inteligencia de Ester para ver con claridad la situación que estaba pasando su pueblo, y la valentía para salvarlos, arriesgando hasta su propia vida.
En este mundo superficial necesitamos mujeres con estos dones, mujeres benevolentes, con gracias y además valientes e inteligentes para enfrentar las situaciones difíciles de este tiempo.
Estimada amiga, madre, cultiva estos dones para cuidar tus relaciones, tú hogar y mantener un buen matrimonio. ¿Sabes? Dios te puede dar todo eso, clama a Él y te responderá.
La belleza es pasajera, como todo, pero quedan los recuerdos de tus acciones ¿Cómo quieres que te recuerden?
Que Dios te ayude en todo lo que emprendas hoy.
Dr. Miguel e Irene Garita. Ministerio Cuidado Familiar.
Iglesia del Nazareno, Region Mesoamerica.