La Familia Como Su Primer Ministerio
Abril 21, 2020 en el Blog “El Hombre en el Espejo”
Si está buscando un mejor equilibrio trabajo/vida, preguntándose cómo liderar su familia espiritualmente o batallando relacionalmente en casa, un buen punto de partida es reconocer que si usted tiene una familia, su familia es su primer ministerio.
Por el Equipo de El Hombre en el Espejo
Ninguna cantidad de éxito en el trabajo puede compensar el fracaso en casa. Para los líderes y pastores, también es cierto que ninguna cantidad de éxito en el ministerio puede compensar el fracaso en casa.
Es tan fácil decirnos a nosotros mismos que estamos trabajando tanto para proveer más para nuestras familias, cuando lo que nuestras familias usualmente quieren es más de nosotros.
Igualmente, podemos decirnos a nosotros mismos que Dios necesita que nosotros hagamos el trabajo de la iglesia a costo de todo lo demás y sin embargo se nos ordena a amar a nuestras familias sacrificialmente (“Esposos, amen a sus esposas, como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella…” Efesios 5:25)
Regularmente hablamos con hombres que se han esforzado demasiado durante años, construyendo una carrera o un ministerio a expensas de su matrimonio o las relaciones con sus hijos. Ellos desean amargamente retroceder el reloj.
Para algunos, este tiempo de vida diaria alterada debido al COVID-19 puede proporcionar una oportunidad única para presionar el botón de resetear, mientras que para otros, de repente, convertirse en un papa 24/7, tener un “nido vacío” o un hermano o padre a larga distancia, está resultando más desafiante que nunca!
Pero no importa desde dónde están empezando, queremos compartir algunas ideas prácticas y perspectivas desde líderes de hombres, reales y desde sus familias, sobre cómo hacer de su familia su primer ministerio en esta y cada estación.
Le preguntamos a todos, desde papás jóvenes, líderes laicos, pastores, esposas e hijos adultos, unas pocas preguntas sobre este tema y esperamos que usted encuentre algunas sugerencias en sus respuestas que pueda empezar a aplicar a su propia vida de inmediato.
Para hombres: ¿Cómo está mostrando a su familia su amor y el amor de Dios ahora mismo?
Rob, esposo y padre de dos:
Hemos estado haciendo tiempo de adoración familiar por varios años. El formato ha evolucionado según hemos aprendido de la prueba y el error. He cometido muchos errores; pero incluso he visto mucho progreso y siempre hemos tenido la meta de que sería un tiempo disfrutable para los chicos. Ahora nuestros chicos son mayores, tienen 14 y 10, es más largo y más fuerte. Ahora mismo estamos yendo a través de los Salmos con un tiempo de discusión estructurada y orando juntos. Yo concluyo con una bendición familiar, como Hebreos 13: 20-21.
Durante este tiempo de distanciamiento social, estamos tratando de mantener las cosas normales para ellos. Lo discutimos abiertamente, a la luz de nuestra fe y explicamos que es prudente, durante estos tiempos, proteger a los otros. Oramos sobre ello y les preguntamos cómo se sienten. Somos cuidadosos de no crear ansiedad. Hacemos una noche de película en familia cada Viernes; alas y noche de juego el Sábado. ¡Todo bien hasta ahora!
Tyler, esposo y padre de dos:
Con uno en 3er grado y otro en preescolar, nuestros días están tan llenos y son agotadores ahora como lo eran antes. Sin embargo, el ritmo se ha ralentizado. Por ejemplo, yo monto bicicleta con los chicos temprano en la mañana antes de que ellos inicien su trabajo escolar y antes de que yo comience a trabajar. Estamos teniendo tres comidas juntos cada día como una familia, lo cual ha sido grandioso. Y como mis horarios de trabajo y ministerio ahora mismo son más flexibles… ¡He servido como maestro de estudios sociales y P.E. para mi hija de 3er grado, un par de tardes a la semana! Eso me da 30-60 minutos extras para pasar tiempo de calidad con ella mientras aprendemos nuevas cosas que ambos disfrutamos (por ejemplo, recientemente hicimos una lección sobre las Olimpiadas). Más importante, mi esposa y yo hemos incluido tiempo de lectura-de-la-Biblia cada mañana en el horario de los chicos.
Nate, esposo y padre de tres:
Para mí, la cosa más importante a recordar es que la familia ES ministerio. Es muy fácil, muy fácil poner la familia en el segundo plano y dejar que los momentos se deslicen por eso en días, semanas y años. Si no nos estamos sacrificando nosotros mismos por y para servir nuestra familia, no seremos tan efectivos en alguna otra área del ministerio o la vida.
Con el objetivo de tratar mi familia como mi primer ministerio, sé que tengo que hacer de mi esposa la primera en mi familia. Aunque a veces parezca ser más fácil amar a nuestros hijos y dedicarle nuestro tiempo, es realmente un regalo para mis hijos cuando “vierto/derramo” en mi esposa, así como es un regalo para mi esposa cuando permito que el Espíritu Santo “vierte/derrama” en mí al buscarlo a Él primero.
Cuando estoy con mi familia, mi objetivo es estar completamente presente. Bajo mi teléfono, hago contacto visual y pongo a un lado otras distracciones. Especialmente ahora mismo, por mis hijos, estoy tratando de tomar más caminatas, jugar más juegos, leer la Biblia, contarles historias a la hora de dormir, involucrarme en su educación e incluirlos a ellos en lo que estoy haciendo cuando es posible.
Jeremy, esposo y padre de tres:
Dios me está revelando cosas ahora mismo en las cosas pequeñas, cuando disminuyo la velocidad y participo en nuestras circunstancias actuales. Por ejemplo, mi esposa compró un molino de café manual este año y un juego para servir café, porque ella sintió que nosotros “siendo más activos en proceso de hacer café haría al café saber mucho mejor”. Normalmente, yo tan sólo presionaría el botón y entonces regresaría en dos minutos para agarrar una taza; pero cada mañana, ahora en cuarentena, yo hago café “activamente” por unos 10 minutos.
Noto que algunas mañanas, siento una inclinación natural a simplemente desconectarme del zumbido estático del molino e ignoro las constantes preguntas de los chicos más que estar presente realmente y prestar atención. Sin embargo, cuando me detengo y me involucro, todos se benefician y la mañana completa cambia. Me estoy encontrando a mí mismo preparando desayuno para mi esposa y chicos más, acomodando los platos e involucrándome en las conversaciones. No sé si hay una correlación aquí; pero parece que cuando quiero mi café rápidamente y apurado, “soporto” mis chicos y cuando tomo mi tiempo para hacer algo bueno, disfruto mis chicos.
Pat, esposo, padre de tres y abuelo de dos:
Con todos mis tres hijos, cada uno en sus 30, siempre he tratado de conectar con ellos al menos semanalmente, usualmente con una llamada telefónica. También intento enviar mensajes de texto a cada uno de ellos de vez en cuando, al menos un par de veces a la semana, para hacerles una pregunta para hacerlos pensar; pero la mayoría de las veces sólo para chequearlos. Ellos saben que estoy probablemente disponible cuando les envío un mensaje de texto; así que si necesitan a alguien que tan sólo escuche, regresarán con una llamada telefónica.
Durante este tiempo de COVID-19, ahondo un poco más profundo para encontrar los sentimientos que están experimentando durante este tiempo. Hay sentimientos de culpa (“Yo tengo el mejor trabajo que haya tenido y la mayoría de mis anteriores compañeros de trabajo están perdiendo sus trabajos.”), de preocupación (Estoy tratando de no interrumpir a mi esposa quien trabaja desde casa siempre” o “¿Cómo lo haremos sin las comisiones que ahorré?”) y de estar sobrecogidos, (“Estoy tratando. Estas conversaciones han conducido a algunas discusiones más profundas sobre quiénes son ellos y De quién son ellos. He pasado algún tiempo incluso compartiendo mis preocupaciones y sentimientos, dándoles la oportunidad a ellos de ofrecer su propia orientación a cambio.
Para las esposas: ¿Cómo es que su esposo la hace sentir que su familia es su primer ministerio?
Olivia, esposa y madre de tres:
Él siempre chequea conmigo antes de programar alguna cosa fuera de su trabajo y compromisos regulares porque considera ese tiempo como primera pertenencia para mí y los chicos. Porque yo me quedo en casa con los niños, cuando él llega a casa del trabajo, él “está-en-todo”, saltando para ayudar a terminar la cena, bañar los chicos o trabajar en su lectura. Una de mis expresiones suyas favoritas es: “Mami necesita un momento de paz”. Yo desaparezco por un poco para leer sola y tener algo de tiempo tranquila, lo cual me ayuda a ser mejor esposa y mamá.
Aprecio que es diligente con nuestras finanzas, siguiendo nuestro presupuesto, ahorrando y planeando para el retiro. También es claro que Dios es su prioridad. Siempre está esforzándose en aprender más sobre Él y la Biblia. Él ve liderar nuestra familia espiritualmente como parte de su misión diaria.
Carla, esposa de un pastor de jóvenes y madre de dos:
Seré brutalmente honesta con Ud.; el ministerio es duro. No hay un día que pase que él no esté recibiendo una llamada o un texto sobre el trabajo o el ministerio o alguien necesitándolo para algo. Los pastores son tan accesibles por teléfono celular ahora; pero porque también estoy llamada al ministerio, tengo un tierno corazón al respecto y puedo decir que recientemente él está haciendo un esfuerzo por poner su teléfono a un lado por períodos de tiempo para no estar ciertamente distraído cuando estamos juntos; sus días libres están reservados para nuestra familia.
Él también me hace sentir como una prioridad al preguntarme primero antes de que añada algo relacionado-con-el-ministerio a su calendario y si alguna vez necesito algo o no me siento bien o si los chicos realmente necesitan su completa atención, sabemos que él lo dejaría todo en un minuto para estar con nosotros. Recuerdo cuando nuestro hijo era un bebé y tenía un cólico; hubo varias ocasiones cuando planeó ir a una actividad extracurricular para apoyar a un estudiante en su ministerio después del trabajo; pero podría saber que yo había tenido un mal día, cancelaría y vendría a casa sin que yo tuviera que pedírselo. Él simplemente se daría cuenta de que probablemente no sería la mejor noche para hacer más ministerio y esto no rompería su relación con ese estudiante si se lo perdía.
Jamie, esposa y madre de dos:
Creo que hace un buen trabajo al cultivar un ambiente-basado-en-la-gracia en nuestro hogar. Él y yo no somos perfectos y nuestros preescolares no son perfectos; pero él da un ejemplo al ser rápido para disculparse sinceramente y perdonar rápido. Esto me recuerda una cita que me gusta de Peter Ustinov: “El amor es un acto de perdón eterno, una mirada tierna la cual se convierte en hábito.” Operar con una gracia tan espléndida, demuestra el evangelio a nuestros hijos más ricamente que cien lecciones.
Durante este tiempo único cuando todos estamos en casa, algunos días son absolutamente caos y llegamos al final, exhaustos; pero él aún maneja el estar presente y comprometido, ya sea que esté enseñando a nuestra hija cómo hornear pan, cómo construir una torre de bloques con nuestro hijo o preparando comunión para nosotros dos una mañana de Domingo. Nunca dudo que estamos después de Dios; pero antes que todos los demás.
Para hijos: ¿Cómo tu papá te hizo sentir amado y priorizado(a)?
Christina, hija de pastor:
Cuando estábamos creciendo, mi papá solía tomarnos a cada uno en excursiones especiales, uno-a-uno. Recuerdo que aquello nos hacía sentía tan importante y especial. Ahora que todos somos adultos, él nos envía mensajes de textos al menos una vez a la semana para decirnos que nos ama y que eso que estamos haciendo está haciendo una diferencia. Él además ha tomado días libres en el trabajo, incluso ahora que somos adultos, para estar ahí para eventos especiales en nuestras vidas.
Nos sentimos cómodos con él algunas veces al faltar una reunión familiar debido a horas extras de trabajo en la iglesia porque sabíamos que cuando era realmente importante para nosotros, él estaría allí. Él se ha probado a sí mismo para nosotros al estar siempre accesible y disponible cuando lo necesitamos.
Mia, hija de un pastor:
Me encanta “atraparlo” leyendo su Biblia. En el tiempo invisible con el Señor, él debe recibir un montón de sabiduría porque él parece saber siempre cuándo uno de nosotros está atravesando algo y… ¡Él nos busca para “reportarse”!
Carla, hija de un pastor:
Como un hijo, todos servimos a la iglesia como una familia. Por ejemplo, hubo veces en unas vacaciones de familia que pararíamos en el Hospital Shands en un viaje de carretera para que mi papá pudiera visitar un miembro de la iglesia quien estaba allí. Era refrescante, interesante porque todos aprendimos qué es vivir en ministerio y amor sacrificialmente y aún, sabíamos que nuestra familia era la máxima prioridad. Él se aseguró de tomar días libres y alejarse con el objetivo de pasar un tiempo especial con nosotros. Mientras el ministerio puede ser un trabajo 24/7, creo que la clave es hacer sentir a tu familia que todos están en ello, juntos.
Para aquellos batallando: ¿Cómo puede Ud. hacer de su familia su primer ministerio cuando hay constante conflicto?
Sabemos que muchas familias tienen relaciones difíciles y dinámicas dolorosas. Si Ud. no está seguro dónde comenzar, la oración es un gran lugar donde comenzar. Comprométase a orar diariamente por su cónyuge si está casado, por sus hijos, por un padre o por un hermano.
Tenga valor de pedirle a Dios cualquier cosa de la cual necesite arrepentirse y disculparse, así como también cualquier cosa por la cual Ud. necesita ofrecer perdón. Si a Ud. le gustaría que nuestro equipo esté orando con Ud. por su sanidad y reconciliación, estaríamos honrados. Por favor déjenos saber.
Una pareja a la que hablamos escogió priorizar el bienestar de su familia a pesar de tener obstáculo tras obstáculo.
Jon, esposo y padre de dos:
Sabíamos que necesitábamos ayuda para nuestro matrimonio, de un consejero; pero después de todas las restricciones del COVID, no podíamos contratar una niñera y no había manera de ir a ver a un consejero. Pero entonces decidimos ver a un consejero remotamente desde nuestro hogar, a través de llamadas Zoom. ¡Ha sido sorprendente cuanto estamos sacando de esto! Estaba esperando perder mucho del impacto positivo; siempre y cuando entremos a cada tiempo tratando de ser tan honestos como es posible, ha sido muy fructífero.
No conocemos padres perfectos, esposos perfectos, hermanos perfectos o hijos perfectos; pero conocemos muchos hombres imperfectos que confiaron a un Dios perfecto para que obrara en sus vidas. ¿Cómo quiere Él obrar en tu vida y en tu familia?
Ante el conflicto y la dificultad, Ud. puede buscar amor sacrificial y hacer de su familia su primer ministerio. “Primer(o/a)”, no quiere decir perfecto.
Presionando el Botón “Resetear”
¿Hay alguna sugerencia arriba que Ud. podría probar esta semana? Quizás está comenzando una noche de adoración en familia o poniendo su celular a un lado, en la noche. Quizás le gustaría encontrar a un consejero que esté haciendo sesiones virtuales o llamar pronto a su hijo adulto para reportarse.
Es bueno preguntarnos a nosotros mismos frecuentemente: “¿Necesito presionar el botón “Resetear””?
Patrick Morley recuerda hacer presionado el botón de “Resetear” en la vida de su familia. Sus hijos estaban jóvenes y su negocio inmobiliario estaba “despegando”. Mientras la vida se tornaba más y más ocupada y su influencia creció, él le dijo a su esposa emocionadamente: “¡Llegamos!”
“Sí,” respondió ella; “pero al lugar equivocado.”
Una noche, poco después, mientras revisaban su calendario y un montón de oportunidades, un pensamiento les llegó: ¿Por qué no priorizar todo lo que hacemos sobre la base de quién va a llorar en nuestro funeral?
“¡Lo hicimos!,” recordaba Patrick. “Y los resultados salvaron nuestra familia.”
Copyright © 1986-2020 Man in the Mirror / Hombre en el Espejo
Traducido por Alysney Rodriguez