El Superintendente General Eugenio R. Duarte inauguró oficialmente la 28th Asamblea General el domingo por la mañana, como es tradición, se empezó la asamblea con adoración. Con la ayuda del coro y la orquesta de la Asamblea General, el Centro de Convenciones de Indiana se convirtió en un lugar sagrado con toda la adoración y alabanza que hubo.
El Director Regional de Mesoamérica, Carlos Sáenz guio la congregación en oración al Señor y los adoradores se unieron orando en sus lenguas maternas. Las voces combinadas de los 21,000 presentes y los miles de personas en internet fueron una visión de lo que sera el Reino de Dios.
El Superintendente General, quien se está retirando, Jesse C. Middendorf fue el orador y su último sermón a la Asamblea General fue precedido por dos de sus hijos, Marlo Middendorf Orton de Olathe, Kansas, y Jon Middendorf, pastor de la Primera Iglesia del Nazareno en Oklahoma, quienes leyeron la Palabra del Señor.
Mientras la congregación cantaba “Salvador, digno de nuestra alabanza”, las manos de muchos de los ahí reunidos se elevaron al cielo como testimonio de la verdad en la alabanza. Tal vez una de las alabanzas más conmovedoras de la mañana fue “En Ti Confío”, dijo Middendorf en su mensaje, “La Promesa del Pentecostés” es el darnos cuenta que el poder y la presencia del Espíritu Santo está en la Iglesia y en todos los creyentes.
La iglesia está viva y seguirá viva con el Poder del Espíritu Santo”, dijo. “La promesa de Dios está en Su presencia, Su poder y Su pureza”. Los asistentes se identificaron con la ilustración personal compartida por Middendorf de un amoroso y frenético padre buscando a su hijo perdido en un parque temático. “Fueron las tres horas más largas de mi vida” dijo emocionado Middendorf.
La tensión se desvaneció cuando platicó que su hijo Jim había sido encontrado ese mismo día. Pero lo que había estado haciendo él durante esas tres horas – disfrutando de viajes en los juegos del parque.
El orgulloso padre entonces anunció que ese mismo hijo rebelde cuando era un joven, más tarde conoció a Jesús y estaría predicando en su Iglesia local ese domingo.
La historia de Middendorf, claramente mostró la imagen de un padre amoroso, clemente, persistente y maravilloso. El corazón apasionado del Padre palpita por Sus hijos afligidos y perdidos, y por aquellos que “se han montado en todos los juegos del parque”. Esa es Su promesa. “Debemos encontrar los hijos perdidos del Padre”, dijo Middendorf. “Esta es nuestra misión”. El culto del domingo en la mañana finalizó con Nazarenos de todo el mundo compartiendo juntos la Santa Cena.
Middendorf dejó la congregación con un mensaje de esperanza y una promesa para nosotros mismos. “Dios ha mantenido su promesa y nosotros llevaremos a cabo nuestra misión”.
In English
His Promise, Our Mission
General Superintendent Eugénio R. Duarte officially opened the 28th General Assembly on Sunday morning, and as is tradition, began the assembly with worship. With the help of the General Assembly choir and orchestra, worshipful praise transformed the Indiana Convention Center into a sacred setting.
Mesoamerica Regional Director Carlos Saenz led the congregation in the Lord’s Prayer, and worshippers joined in by speaking in their native languages. The combined voices inspired the 21,000 present and thousands more online with a vision of the breadth of God’s kingdom.
Retiring General Superintendent Jesse C. Middendorf was the featured speaker, and his final General Assembly sermon was preceded by two of his children, Marlo Middendorf Orton of Olathe, Kansas, and Jon Middendorf, pastor of Oklahoma City First Church of the Nazarene, reading the Word of the Lord.
As the congregation sang “Savior, worthy of our praise,” hands were lifted heavenward in visible testimony to the truth of the song. Perhaps one of the most poignant songs of the morning was “I Will Trust in Thee.” Middendorf ’s message, “The Promise of Pentecost,” brought home the realization that the power and presence of the Holy Spirit is for the church and every believer.
“The church will be alive and well living in the power of the Holy Spirit,” he said. “God’s promise is one of presence, power, and purity.” Attendees connected with Middendorf ’s personal illustration of a frantic, loving father searching for his boy in a crowded theme park. It was the longest three hours of my life,” said an emotional Middendorf.
Tension in the room was lifted when he revealed that his son, Jim, was found that day and what the son was doing for those three hours – enjoying rides in the park.
The proud father then announced that the same son who rebelled as a young man later found Jesus and was preaching in his local church on Sunday.
Middendorf ’s story clearly communicated the picture of a loving, gracious, searching, heavenly Father. The passionate heart of the Father beats with love for His desolate and lost children, and for those who “have ridden every ride in the park.” That is His promise. “We must find the lost children of the Father,” Middendorf said. “This is our mission.” The Sunday morning service ended with Nazarenes from all over the world partaking of Holy Communion together.
Middendorf left the congregation with a message of hope and a promise of our own. “God has kept his promises, and we will fulfill our Mission.”
Tomado del sitio: http://nazarene.org/files/docs/DailySummary-6-24-web.pdf