La iglesia del Nazareno de Poás, en el Distrito Norte de Costa Rica, encontró una manera diferente y creativa de compartir el mensaje de salvación, con la cual están llegando a cientos de jóvenes y muchas familias en su ciudad y ciudades cercanas.
Desde hace más de 13 años, el Señor le dio la Iglesia del Nazareno de Poás una visión extraordinaria que los llevó a adquirir una finca de 22.000 metros cuadrados en el que han construido un salón multiuso, con capacidad para 5000 personas. Estos progresos los han alcanzado con la ayuda de Dios, grupos de T&T y una membresía aproximada de 200 personas, familias de escasos recursos y un bajo porcentaje de personas profesionales. El salón es utilizado por la comunidad para campeonatos de fútbol, donde se atraen cientos de personas con quienes se comparte el evangelio.
Durante los meses de abril y mayo del año en curso, la iglesia inició el proyecto de «Evangelismo en Patines”, proyecto que nació en el corazón del liderazgo desde hace tiempo, pero que se realizó hasta este año al tener listo el salón multiusos. Se negoció con una empresa para alquilar las instalaciones y realizar tardes y noches de patinaje. Personas de la comunidad y de otras ciudades cercanas fueron invitadas a llegar, cada noche se reúnen al menos 150 jóvenes que patinan y disfrutan sanamente.
Este tiempo a sido propicio para anunciar el evangelio. Todos los ministerios de la iglesia se han unido para trabajar, unos proyectando videos, otros repartiendo mensajes escritos y otros hablado. Más de 70 jóvenes han aceptado a Cristo en sus corazones. Cientos han escuchado o visto el mensaje de salvación. Muchas familias también han sido impactadas y han llegado al conocimiento de Cristo. Muchos de los jóvenes ya están participado de los cultos juveniles de la iglesia, donde han sido ministrados por el Espíritu Santo, quien está cambiando sus vidas.
Karla Díaz, presidenta de la JNI comentó lo siguiente: “Jóvenes que nos han visitado ingieren alcohol o drogas, usan vocabulario vulgar… sin embargo la iglesia ha marcado una diferencia porque desde que se inició con el proyecto se les ha insistido que no deben hacer éstas cosas en nuestra iglesia y maravillosamente hemos visto el testimonio de muchos que se comportan adecuadamente porque identifican que están en un lugar distinto… No solo se convirtió en un salón de patines, sino en un centro para restaurar, sanar y llevar esperanza a los corazones de muchos necesitados. La iglesia ha estado anuente a colaborar, a través de la seguridad, ventas de comidas y muchas cosas más… algunos nos han criticado por permitir gente con patines en nuestra iglesia, pero si pienso ¿Qué haría Jesús en mi lugar? y sin subestimar a Jesús, yo creo que Él mismo se pondría los patines y buscaría cualquier manera de llegar a esas personas necesitadas para compartir su amor, abrazarles y transformar sus vidas. Por eso, nuestra JNI se puso los patines para compartir una esperanza y crear un tiempo de diversión, pero mejor aún, de salvación”
Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 1 Tim 1: 15
Información provista por: Karla Díaz Murillo Presidenta de la JNI de Poás.
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