“No tengo mayor gozo que éste: oír que mis hijos andan en la verdad” 3 Juan 1:4
“El que detiene el castigo aborrece a su hijo, pero el que lo ama se esmera en corregirlo”. Proverbios 13:24
Aunque nadie nos enseñe a ser padres, sí podemos aprender un estilo de crianza que nos permita desarrollar hijos sanos, que despliegue todo su potencial y que lleve a nuestros hijos a una vida exitosa en este tiempo tan complejo.
En esta tercera entrega estaremos hablando de un estilo de crianza denominado democrático. Este se caracteriza por poner a los hijos límites claros y específicos conforme a la edad de cada uno, se respeta su independencia y se fomenta el desarrollo emocional, pues establecer normas disciplinarias justas, unidas a una actitud amorosa y cálida les ayudará a ver las consecuencias de sus errores, ya que en este modelo los padres le explican a sus hijos lo que esperan de ellos, y tratan de enseñarles en cada situación, lo cual les permite aprender y tomar decisiones sobre el camino adecuado a seguir.
La forma de dirigir de estos padres es tomando en cuenta los sentimientos de los hijos. No están orientados a controlar ni mandar como fin único, son padres seguros de su autoridad, la ejercen con paciencia y claridad, a diferencia de los padres autoritarios, que son inseguros, y ejercen el control mediante amenazas, gritos y castigos, pues siempre necesitan tener el control.
Los hijos con los padres democráticos se sienten apoyados y aceptados, con confianza de comunicar sus necesidades y sus problemas, y de asumir sus responsabilidades, como ejemplo, recoger sus juguetes después de jugar, ordenar sus cosas, etc.
Los padres democráticos no sobreprotegen a sus hijos para liberarlos de los miedos sin sentido, esto les permite tener seguridad, firmeza y confianza personal, desarrollan una autoestima adecuada que los lleva a ser maduros, alegres, optimistas, y enfrentan los problemas con firmeza, por otro lado, son amigables, sociables, se relacionan bien con sus iguales, son cariñosos, independientes, competentes y hábiles en las relaciones sociales.
Por lo general los hijos de los padres que tienen el estilo de crianza democrático manejan un mejor bienestar en sus relaciones personales, manejo de emociones y tomas de decisiones, aprenden más rápido y logran desarrollar rasgos de liderazgo pues saben relacionarse con éxito. Les gusta conocer más de Dios y son adultos más sanos.
Esto nos indica que el estilo de crianza de los padres, repercute directamente sobre la vida futura de los hijos, y aunque los estilos de crianza no suelen encontrarse de manera pura en ninguna familia, es importante saber cuál es el estilo predominante en tú familia.
Con la ayuda de Dios puedes hacer los cambios para que tus descendientes, sean sanos y exitosos.
Que Dios te ayude en todo lo que emprendas hoy.
Descarga este documento en pdf aquí: El Estilo de Crianza Determina la Calidad de Vida de los Hijos (Tercera parte)
Dr. Miguel e Irene Garita
Ministerio Cuidado Familiar
Iglesia del Nazareno, Región Mesoamérica