Deje que los Buenos Tiempos Corran: 5 Maneras Prácticas de Acoger el Gozo en su Iglesia

Es fácil olvidar que Jesús sabía divertirse. Aunque su ministerio estuvo, a veces, lleno de dolor y sufrimiento, también eran habituales los momentos brillantes de celebración. De hecho, Jesús iba a tantas bodas, fiestas y cenas que los Fariseos le acusaron de ser «un glotón y un borracho». La vida de Jesús destilaba un profundo gozo, y «Buenos Tiempos».

La Justificación de la Alegría
La Biblia está llena de pasajes que hablan del deseo y diseño de Dios para la alegría en nuestras vidas. Los Salmos nos exhortan a «dar voces de júbilo al Señor» (Salmo 100:1), y Pablo nos instruye a «alegrarnos siempre en el Señor» (Filipenses 4:4). … El gozo no es un concepto bíblico anticuado: sigue siendo esencial para cada persona, iglesia y comunidad.

Cuando los ministros consideren la salud de sus congregaciones, ahora más que nunca probablemente verán por qué el gozo y el amor de Jesús son desesperadamente necesarios. El mundo está plagado de conflictos y divisiones. La gente está sufriendo. La salud mental está en un lugar precario. Pero el gozo que Jesús encarnó una vez y que ahora ofrece no evita estas verdades, sino que las aborda con esperanza. Y lo mismo pueden hacer nuestras iglesias.

El gozo no depende de las circunstancias, sino que es una creencia arraigada en la verdad de quién es Dios. Al igual que Jesús encontró Su gozo más profundo en las relaciones, nosotros también podemos hacerlo cuando pasamos tiempo con los demás, servimos con amabilidad y cultivamos la comunidad.

El gozo no descarta la oscuridad ni ignora el sufrimiento. Al contrario, nos habla directamente al corazón, recordándonos que estamos hechos a imagen de un Dios que conoce tanto el gran dolor como el gozo sin adulterar.

Maneras prácticas de acoger los buenos tiempos
Cuando los líderes de las iglesias miran a Jesús como ejemplo, ven que el gozo de Jesús le permitió la libertad de ser devoto, compasivo y perdonador. Eche un vistazo a cinco maneras en que las iglesias pueden encarnar ese mismo amor.

1. Fomente una cultura de celebración. Fomente reuniones y servicios regulares que celebren los gozos y logros de los individuos dentro de la comunidad de la iglesia. Los cumpleaños, aniversarios y otros hitos significativos son oportunidades perfectas para expresar gratitud y compartir la felicidad de los demás.

2. Planifique actos sociales alegres. Organice salidas, picnics y actividades comunitarias que fomenten la interacción social y creen un ambiente de diversión y compañerismo. Estos actos ofrecen a las personas la oportunidad de forjar vínculos más profundos y experimentar el gozo de la unión. El gozo es contagioso, atractivo y una oportunidad para compartir la verdadera fuente de esperanza y amor. Con esta postura del corazón, se animan las comunidades y se cambian vidas.

3. Infunda humor y narración de historias. Incorpore a sus sermones y enseñanzas el humor apropiado y una narración atractiva. La risa tiene el poder de derribar barreras, conectar emocionalmente y hacer que las verdades bíblicas sean más comprensibles. Anime a su congregación a encontrar la alegría en su viaje espiritual utilizando el humor como una herramienta para la conexión y la comprensión.

4.  Destaque el valor del descanso y el ocio. Recuerde a su congregación la importancia del autocuidado y de tomarse tiempo para la recreación. Anímelos a que se dediquen a sus aficiones, participen en actividades que les gusten y pasen tiempo de calidad con sus seres queridos. Al priorizar el descanso y el ocio, las personas pueden experimentar el rejuvenecimiento y encontrar la alegría en los placeres simples de la vida.

5. Cree espacios para el compañerismo. Designe áreas dentro de las instalaciones de su iglesia donde la gente pueda reunirse, conectarse y disfrutar de la compañía de los demás. Ya se trate de un acogedor rincón para tomar café o de un acogedor patio, estos espacios fomentan conversaciones significativas, risas y la consolidación de amistades profundas.

Adoptar el lado alegre de Jesús puede tener un impacto transformador en su iglesia y su comunidad. Le permite crear ambientes donde el amor, la risa y la celebración prosperan.  «Jesús muestra el gozo de manera evidente y radical, lo que lo convierte en un ejemplo fácil de reconocer y emular para la gente».

Como pastores y líderes de la iglesia, tenemos el privilegio y la responsabilidad de revelar el lado alegre de Jesús a nuestras comunidades. Mediante la intencionalidad y el cuidado, podemos cultivar una atmósfera en la que el amor de Cristo se sienta de forma tangible. Abracemos los buenos tiempos y embarquémonos en un viaje de alegría, transformando vidas y haciendo brillar la luz de Cristo en un mundo que tan desesperadamente lo necesita.

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Traducido por: Elizabeth Guevara Cabrera.