La JNI (Juventud Nazarena Internacional) de la Región Mesoamérica, reunió a 762 participantes de 17 países en el congreso regional de jóvenes Surrender, en Punta Cana, República Dominicana.
“Nuestro objetivo es enseñarle a los jóvenes que rendirnos, se trata de entregar nuestra vida, voluntad y deseo completamente a Dios, que confiamos en su plan para nuestras vidas”. Dijo Benjamín Soria, Coordinador regional de la JNI Mesoamérica respecto a la temática elegida para este evento.
El congreso se realizó del jueves 18 al 21 de julio.
La alabanza fue dirigida por el ministerio Mesoamerica Worship. Las predicaciones fueron compartidas por los ministros regionales: Carlos Sáenz, director de la Región Mesoamérica y Rian Williams, superintendente del distrito Trinidad y Tobago.
También fueron invitados a predicar: Janary Suyat, coordinadora regional de la JNI de Asia Pacífico; Cristian Sarmiento, superintendente general de la Iglesia del Nazareno; David González, director global de la JNI, y Christiano Malta, presidente del concilio global de la JNI.
También, los coordinadores de Área de la JNI: Danielle Miller, Edgar Corzo, Jerson Chupina y Joel Bermúdez compartieron acerca de: pureza sexual, ministerios generacionales, identidad, y la influencia de las redes sociales.
Las plenarias desafiaron a los participantes a reflejar el carácter de Cristo, a buscar la unidad como hijos de Dios, a compartir el evangelio con un testimonio vivo y santo, a educar y empoderar a otros, a entender la importancia de ser llenos del Espíritu Santo de Dios, pero sobre todo, a rendir y consagrar la vida totalmente a Dios.
Se realizaron diferentes actividades, entre ellas deportivas y recreativas. También un desfile cultural, y además, se llevó a cabo la competencia regional de Esgrima Bíblico Juvenil. Los ganadores de la competencia en idioma inglés fueron el distrito Leeward/Virgin Islands, y los ganadores de la competencia en español fue Guatemala.
Un testimonio poderoso de este tiempo, fue compartido por David González, director de la JNI global, quien comentó que luego de predicar, una pareja le esperaba para hablar con él, la mujer, le contó que ellos no eran participantes del evento, sino huéspedes del hotel. Ella le dijo que la noche anterior escucharon la música y que habían intentado unirse a la actividad, pero que el personal del hotel no lo permitió por no ser participantes del evento y que esa noche ellos se quedaron afuera escuchando.
La mañana siguiente ellos lo intentaron de nuevo, pero esta vez, Benjamín Soria (Coordinador regional de JNI) se encontraba allí, así que ingresaron y charlaron con él.
Luego de que la mujer le contó lo que había sucedido, Gilberto, su esposo, entre sollozos, le dijo a David: “No sé exactamente lo qué está sucediendo conmigo. Desde ayer he sentido la necesidad de entrar aquí, la música, el ambiente, lo que la persona al frente decía, me impulsaba a entrar. Hoy temprano también, por eso regresamos… Y desde que entramos, no he parado de llorar. Yo no creía en Dios, de hecho, aunque mi esposa me insistía que buscara a Dios, durante años le dije que no. Pero estando aquí hoy, Dios habló a mi vida y sé que necesito de Él”.
En ese momento, David le confirmó que Dios estaba hablándole porque lo ama, y que no era casualidad que estuviera sintiendo eso, ni que lo hubieran dejado entrar. Al final de la conversación, ¡Gilberto reconoció a Jesús como su Salvador! Y dijo que al regresar a casa ellos asistirán juntos a la iglesia. “Este es solo el inicio del camino que Gilberto ha comenzado con Jesús” Dijo David G.
“Cuando somos uno, viviendo en humildad, bondad y ayuda mutua, damos testimonio del amor de Dios, y este testimonio es usado para transformar la vida de muchas personas. ¡Que así sea Señor, en nosotros, tu iglesia!” David González.
Fuente: Benjamín Soria, Coordinador regional de la JNI, Mesoamérica.
Ver esta publicación en Instagram