¿Cómo recuperar la Salud Mental, Espiritual y
Social en un mundo Post Pandémico?

BRIAN FROM AND AUBREY SAMPSON

Sin precedentes. Nueva normalidad. Mundo Post- pandémico.

Esas son sólo unas pocas de las palabras que han estado dando vueltas después que el COVID-19 terminó nuestras vidas colectivas. La pandemia dejó a muchos de nosotros tambaleándose por la pérdida de empleos, la pérdida de seres queridos, el trauma racial, el trauma emocional, el trauma del aislamiento y todo lo demás.

¿Cómo comenzamos a recoger las piezas mental, espiritual y relacionalmente después de que tanto ha cambiado?

Así como el impacto que el COVID tuvo en nosotros tiene varias capas, también lo es el enfoque para encontrar salud en el mundo post-pandémico. Aquí están tres pasos iniciales que tú y tu comunidad pueden tomar:

Empezar a lamentarse
Aunque estamos empezando a ver al mundo abrirse de nuevo, la realidad es que cada vez que experimentamos un trauma o sufrimiento, nuestros cuerpos llevan la cuenta y todos hemos pasado un gran trauma colectivo. Si queremos avanzar en la sanidad, es imperativo que aprendamos ahora a compartir nuestro dolor y herida con Dios. El lamento, expresión bíblica de clamar a Dios en el dolor y es la respuesta del cristiano al duelo/dolor. Nos lamentamos por nuestro propio dolor y por el dolor de otros.

En el Salmo 13, David se lamenta: “Señor, hasta cuándo me olvidarás? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo te esconderás de mí? ¿Hasta cuándo mi alma y mi corazón habrán de sufrir y estar tristes todo el día? ¿Hasta cuándo habré de estar sometido al enemigo? Señor, Dios mío, ¡mírame, respóndeme, llena mis ojos de luz! !Que no caiga yo en el sueño de la muerte!…” (Salmos 13:1-3)

¿Ves la honestidad con la que David habló? ¿Escuchas la profundidad de su dolor? ¿Puedes sentir la desesperación en su voz? Él no se contuvo y al hacer eso, David comenzó a experimentar la sanidad de su herida. Considera comenzar un diario de lamentos, forma un círculo de duelo u organiza una noche de lamentos con tus vecinos. Mientras te lamentas, encontrarás la presencia de Dios encontrándose contigo en tu experiencia post-pandémica.

Busca consejo sabio
Después de las dificultades que han venido a nuestro camino este año y medio pasado, puede ser fácil permanecer desconectado de otros e incluso de nuestro propio sentido de identidad. Necesitamos voces sabias para guiarnos, para ayudarnos a filtrar nuestras emociones y para empoderarnos a tomar algunos pasos iniciales hacia la sanidad. Proverbios 13:10 lo dice de esta forma: “El orgullo sólo provoca peleas; la sabiduría está con los humildes.”

Nuestros mundos espiritual, mental y relacional, han ido a través de una gran convulsión. Así que por supuesto, hay sabiduría en buscar un terapeuta, hablar a un amigo seguro o compartir tu carga con un pastor. Al hacer esto, hallarás fortaleza y mayor plenitud.

Avanza hacia otros
Cuando estamos heridos, es fácil retirarse de forma aislada. Añade a eso un año y medio de aislamiento; bien, hay una cantidad entendible de ansiedad que llega con el  regreso a las reuniones sociales. Los eventos que solían ser fáciles, como la iglesia, el trabajo o las fiestas, puede ser difícil regresar a ellos; pero fuimos hechos para la comunidad y podemos encontrar sanidad en espacios seguros  dentro de las relaciones, aún si ello toma tiempo.

Así como el Apóstol  Pablo animó a los Tesalonicenses, somos llamados a “anímense y fortalézcanse unos a otros…” (1 Tesalonicenses 5:11) Es a través de nuestras relaciones de los unos con los otros que podemos comenzar a encontrar el ánimo que necesitamos, especialmente en el medio de nuestra nueva normalidad colectiva.

Si estás batallando con el estar en comunidad de nuevo, toma un paso pequeño. Invita a un amigo a que se siente contigo en tu patio o regresa a tu sitio local favorito por unos pocos minutos; sé amable contigo mismo mientras das un paso de valentía hacia los demás.

Al aprender a lamentarse, al buscar consejo sabio y al avanzar hacia otros en comunidad, podemos comenzar a desenredar las capas del dolor y encontrar esperanza después de (y en el medio de) nuestra temporada de sufrimiento.

Los pastores Brian From y Aubrey Sampson son autores y les apasiona el civismo, la compasión y la unidad en un mundo dividido.

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Traducido por Alysney Galán