“El padre del justo se regocijará en gran manera, y el que engendra un sabio se alegrará en él. Alégrense tu padre y tu madre, y regocíjese la que te dio a luz” Proverbios 23:24-25
En las tres primeras partes, compartimos con ustedes que la conducta de los hijos fue aprendida en su hogar y no es heredada, aunque los padres no pensaron que sería así. También se mencionó que, cuando se comenten errores en la educación de los hijos, esto afecta su conducta.
Entre los errores que los padres deben evitar cometer están los siguientes:
- Comparar a sus hijos con otras personas. Aun sean hermanos o amigos, en toda comparación hay uno que saldrá perdiendo, y por lo general ese será su hijo. Esto afecta de varias maneras. Produce una estima inadecuada, el hijo comparado se ve y se siente menos que los demás, aunque eso no sea así. Por otro lado, crece con mucho enojo hacia la persona que se le compara, aún este sea su hermano. También sentirá mucho enojo con sus padres, o quienes lo comparan.
Estos enojos son la base de la culpa que sienten muchas personas, y lo que les impide desarrollarse de manera sana y con todo su potencial. Esto puede llegar a afectarlas el resto de su vida. Por lo general, son personas que viven por debajo de sus posibilidades.
La comparación daña la imagen de las personas, disminuye su potencial, y es la causante de que haya muchas personas fracasadas, frustradas, inútiles, llenas de inseguridades y con temor a ser exitosas.
- Inseguros y negativos. Los padres son modelos para sus hijos, ellos copian sus actitudes, su forma de pensar y de actuar. Copian su manera de vivir y de experimentar su vida espiritual. Es por esto que, todo padre debe pensar cómo actúa frente a sus hijos, ¿es alegre y positivo? O ¿es negativo y criticón?, ¿está atento a las necesidades de sus hijos o está siendo indiferente a ellas?
Es importante evaluar esto porque, sin darse cuenta, y aunque a ellos no les haya gustado la manera de comportarse de sus padres, ellos repetirán esas conductas en su adultez, porque es lo aprendieron.
La Biblia nos enseña que debemos vivir sin temor, diligentes, generosos, perdonadores, porque así agradamos al Señor, nuestro Dios.
Los padres deben estar llenos de esperanza en un mundo sin esperanza, firmes en lo que creen, vivir de manera coherente con lo dicen creer. Ser padres sin doble ánimo, de carácter firme, amables y sin rencor.
Sea un padre o madre transformado y lleno del Espíritu Santo y tendrá hijos exitosos.
Que Dios te ayude en todo lo que emprendas hoy.
Doctor Miguel, e Irene Garita
Ministerio Cuidado Familiar
Iglesia Del Nazareno, Región Mesoamérica
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