Por Dan Reiland

¿Puedes sentir el paisaje cambiante de nuestra cultura actual?

Nuestra oración es que la iglesia (el cuerpo de Cristo) se fortalezca a través del cambio intencional y se vuelva más madura en lugar de dejarse llevar por los vientos siempre cambiantes de la cultura.

Como líder de la iglesia admitiré que no es tan fácil. La línea entre conectar con la cultura y ajustarse a la cultura actual es muy fina. La intersección de la verdad y la gracia guía nuestro camino.

No es una cosa de «nosotros y ellos», ciertamente no lo fue para Jesús, pero Él sabía la diferencia entre la verdad y la gracia y cómo estaban diseñadas para cruzarse. La línea entre la verdad y la gracia se vuelve borrosa fácilmente si no sabemos cómo funcionan juntas.

¿Cuál es la misión principal por la que todos trabajamos mientras perseguimos los propósitos de Dios y defendemos Su Reino?

Alcanzar a más personas para Jesús y fortalecer el cuerpo de Cristo.

Ambos son importantes. El libro de los Hechos repetidamente reporta múltiples versiones de «y el Señor añadió a su número». Madurar en la fe es también un tema bíblico obvio.

Hay tantas cosas que nos mantienen ocupados y pueden distraernos de esa misión. ¿Cuáles son los indicadores básicos que nos ayudan a seguir avanzando en la dirección correcta incluso cuando el viento puede soplar en contra?

7 Indicadores básicos de la salud de la Iglesia:

1) Intensidad espiritual que conduce a la intimidad relacional con Dios.
Intensidad es una palabra que describe el enfoque. Es fácil distraerse tanto en el ajetreo del ministerio que nuestra intensidad espiritual hacia Dios se enfría.

La espiritualidad casual no hace avanzar a la iglesia; sólo nos mantiene ocupados.

Por otro lado, el enfoque es como sostener una lupa bajo el sol, esa luz y calor se intensifican y pueden crear una pequeña llama que está lista para crecer.

Como líderes, si somos despreocupados en nuestra búsqueda de Dios, nuestras iglesias serán despreocupadas. Si somos apasionados, creamos una pequeña llama que con el favor de Dios puede crecer hasta convertirse en algo que cambie la comunidad.

Esta pasión enfocada se manifiesta principalmente en tres áreas prácticas: oración, evangelización y adoración. Cuando la intensidad espiritual es robusta, estas tres cosas encuentran una expresión natural, fresca y entusiasta en su iglesia.

  • La oración adquiere un nivel de anticipación que espera ver a Dios moverse
  • El evangelismo se convierte en una parte natural del estilo de vida de la gente
  • La participación auténtica en el culto es viva y natural.

2) La vitalidad y la estabilidad son claramente parte de la cultura general de su iglesia
¿Existe una naturaleza vibrante en la cultura de su iglesia que atrae a la gente y una estabilidad que los anima a volver?

  • ¿Cuáles son las características de su iglesia que hacen que la gente quiera volver?
  • ¿Qué es lo que la gente ama genuinamente de su iglesia?
  • ¿De qué manera refleja su congregación la vida y el amor de Jesús?

Estas son preguntas importantes que deben hacerse con regularidad, y revelan los mejores y más positivos rasgos de la cultura de su iglesia que deben desarrollarse.

No se presione a sí mismo para copiar la cultura de otra iglesia; simplemente sea la mejor versión de la iglesia que Dios le diseñó para ser.

Es bueno replicar ciertos métodos de ministerio que usted aprende de otras iglesias, esa es una manera en que el cuerpo de Cristo se ayuda mutuamente, pero lo fundamental es simplemente ser la mejor versión de usted.

Vierta la energía primaria en el desarrollo de una cultura edificante, alentadora y que mueva hacia adelante para que pueda maximizar su potencial del Reino en un ambiente saludable.

A menudo se dice que la cultura se come a la visión para desayunar, también es cierto que su cultura triunfa sobre la programación del ministerio, la estabilidad financiera, e incluso la fuerza de su personal.

Lamentablemente, demasiadas iglesias poseen una cultura arraigada, estancada o antipática que envenena la salud y repele a la gente. Especialmente a los nuevos invitados.

Si algo de esto puede ser cierto para su iglesia, invierta el máximo esfuerzo y energía junto con la oración para cambiar la cultura antes de intentar mejorar sus ministerios o progresar con su misión.

3) La moral alta, la unidad y la pureza son evidentes entre el personal de su iglesia.
Ya sea que su personal sea pequeño o grande, la moral y el carácter del equipo realmente importan. La moral es contagiosa, y la moral de su personal siempre encuentra su camino en la congregación. Si el personal está sano, aumentan drásticamente las probabilidades de que la congregación comparta esas características saludables.

Características como la autoconciencia, la humildad, el compromiso, el sentido del humor, la resistencia, la integridad y la dependencia de Jesús.

Virtudes como éstas son de gran ayuda en la búsqueda de un ambiente saludable en la iglesia, pero tampoco ocurren por accidente. Requieren un desarrollo constante por parte de líderes que sean buenos entrenadores.

La moral y el carácter no aumentan con estándares bajos y metas relajadas. De hecho, los equipos exitosos ponen el listón alto e insisten en la excelencia.

4) Atención innovadora a sus ministerios para mantenerlos frescos y en funcionamiento
Mantenerse actualizado, relevante y práctico en el ministerio es una parte esencial de una iglesia saludable.

La innovación marca el camino con lo «nuevo y mejorado» en sus ministerios. A medida que la cultura actual cambia, el ministerio debe hacer ajustes para seguir siendo relevante.

La innovación no consiste en cambiar por cambiar; se trata de lo que funciona y lo que no funciona.

No defienda ministerios que funcionaron en su momento pero que ya no son eficaces. Averigüe qué se necesita para llegar a las personas alejadas de Dios y qué necesitan para crecer espiritualmente.

Esté dispuesto a desprenderse de ministerios favoritos y proyectos especiales que no funcionan pero que están protegidos por unos pocos miembros bienintencionados a los que les gustan.

Mantenga su lista de ministerios corta y enfocada. Es mucho mejor hacer unas pocas cosas bien que muchos ministerios mal.

El evangelio sigue siendo el mismo, pero nuestros métodos cambian.

5) Los creyentes escuchan a Dios, crecen en la fe y reflejan a Jesús a los demás.

  • El interés por la espiritualidad es alto en la cultura actual, pero ellos no saben quién es Dios.
  • La gente sí ora, pero no está segura de que funcione.
  • Nadie cuestiona la realidad del mal en el mundo, pero en muchos casos, no saben cómo pensar o qué hacer al respecto.

Una de las oportunidades más increíbles que tenemos como líderes espirituales es ayudar a la gente a encontrar su camino hacia Dios mientras buscan respuestas en un mundo confuso.

Crecer en la fe es un viaje que dura toda la vida, es desordenado, y ninguno de nosotros llega nunca del todo, pero es nuestra responsabilidad bíblica hacer todo lo que podamos para ayudar a la gente a madurar en su relación con Jesús.

Para ayudarle a evaluar la creciente madurez espiritual, busque:

  • El fruto del Espíritu
  • Incremento de la vida de oración
  • Servir a otros con gozo
  • Historias de cambio de vida

Anime y equipe a las personas para que puedan servir e invertir en los demás.

6) Un flujo constante de historias de cambio de vida
La transformación de vidas a través de Cristo es la razón por la que hacemos lo que hacemos.

Las historias de vidas cambiadas son una de las mejores maneras de evaluar la salud de su iglesia. ¿Con qué frecuencia usted cuenta historias de una vida transformada?

Por ejemplo, historias de salvación, matrimonios restaurados, adicciones vencidas y enfermedades sanadas.

Busque, capte y cuente estas historias.

Una buena idea es grabar la historia en vídeo e incorporarla al culto dominical. También puede entretejer las historias en su mensaje dominical, contarlas en las reuniones de personal, en grupos pequeños y en las redes sociales.

Estas historias son un estímulo increíble para los demás. Les ayudan a creer que también es posible para ellos.

7) Desarrollar nuevos líderes que crezcan en influencia espiritual
Junto al favor de Dios, todo se levanta y cae sobre el liderazgo; por lo tanto, líderes nuevos y cada vez más capaces son esenciales para una iglesia saludable.

Si usted está en una iglesia pequeña, no se sienta abrumado por la necesidad de más líderes. Pídale a Dios que le ayude a encontrar un líder más. Luego invierta en esa persona, enseñándole lo que usted sabe sobre cómo liderar en el ministerio. Nunca subestime el impacto de levantar un líder más. ¡Un verdadero líder más puede cambiar su iglesia!

Si está en una iglesia más grande, tiene líderes potenciales. ¿Cuál es su plan para levantarlos para que sean efectivos en el ministerio? Un plan intencional para el desarrollo del liderazgo es esencial para una iglesia saludable y en crecimiento.

La lista en este post no representa una evaluación exhaustiva, y por supuesto, cada iglesia es única en los desafíos que enfrentan, pero estos siete le llevará en la dirección correcta para una iglesia sana.

Derechos de Autor © 2024 Dan Reiland

Traducido por: Elizabeth Guevara Cabrera