¿Es necesario innovar y diseñar nuevas técnicas de aprendizaje para los niños en nuestros ministerios?
Por: Marlen Soria
Crear rutinas es saludable y por lo general efectivo. Pero, cuando se trata de liderar, llega un momento en donde es necesario hacer las cosas diferentes, para obtener resultado. Por lo general, el ser humano está en constante cambio y, a medida que la tecnología avanza, el mundo en su totalidad experimenta este cambio también y es entonces cuando surge nuevas necesidades en el ser humano. No es un secreto que a medida que recibimos a esta nueva generación en los salones de Escuela Dominical o cualquier otro ministerio local, vemos en ellos la tendencia a aburrirse de forma casi inmediata. El demógrafo Mark McCrindle dio a conocer el nombre de la más reciente generación en la historia. Este grupo es conocido como la Generación Alfa, la cual se destaca por ser una de las generaciones con más poder adquisitivo, pero también por ser la más digital y sostenible en la historia. Esta generación nacida en el siglo XXI entre los años 2010 al 2024 y la cual cuenta con unos 2,000 millones de jóvenes son conocidos por ser altamente consumidores y es probable que lleguen a ser la generación más numerosa y con mayor concentración en Asia, en específico en los países de China e India.
Todas las características de esta generación giran en torno a lo digital, pues la nuevas plataformas sociales no representan un distractor para ellos sino algo esencial en la vida. La generación Alfa es conocida también por tener una conciencia más desarrollada en cuanto a la sostenibilidad, esto es consecuencia a crecer dentro de un mundo con emergencia climática global la cual requiere de atención urgente. Esta es la generación que cada vez hace más conciencia sobre la importancia de cuidar los recursos naturales con los que aun contamos; pero otra característica de generación es que ha crecido con un conocimiento más amplio acerca de las marcas y el marketing y por lo tanto, es una generación más consumista. Las plataformas de videojuegos representan un campo para desarrollar y profesionalizarse, pues por medio del éxito en ellas se abre un mundo de oportunidades con las diferentes marcas que pueden patrocinar un estilo de vida lleno de lujo y viajes al rededor del mundo. Es por ello que podemos garantizar que la industria del juego al rededor del mundo es y será la que más va a crecer y desarrollarse.
¿Te da esto una pista hacia lo que quiero dirigirme? El mundo ya cambió y esto me hace preguntarte ¿está tu iglesia o ministerio infantil haciendo lo mismo de hace 10 años? ¿Está tu ministerio infantil preparado para recibir a la generación Alfa en sus aulas o templo? Se dice que, para la generación Alfa, la forma de aprender es por medio de la Gamificación, la cual es una nueva técnica de aprendizaje que usa la dinámica de los juegos en el plano educativo. Ante una generación digitalizada, el reto para quienes crecimos en generaciones análogas o en proceso de digitalizarse es grande; es por ello que tal vez preguntarnos como pastores o líderes acerca de las estrategias que necesitamos cambiar para ver efectividad en nuestros ministerios, nos lleve de vez en vez a salir de nuestra zona de confort y titubear si los cambios que estamos haciendo son necesarios o agradan a Dios. Y es que, si decidimos seguir haciendo nuestros programas de la misma forma en que siempre lo hemos hecho, corremos el riesgo de perder a las generaciones que están en nuestros templos. Puede que seguir desarrollando nuestro ministerio con las herramientas, los recursos y los ejemplos que tenemos del pasado nos dé resultado ahora mismo, pero la realidad es que hemos entrado a un mundo completamente digital y esto no significa que debamos cambiar el mensaje del evangelio el cual, aunque sigamos evolucionando, jamás podremos cambiar. El mensaje de salvación sigue teniendo a Jesús y a su sacrificio en la cruz como principal objetivo y sigue siendo sagrado.
Querido líder, la forma en que estás tratando de ganar a las nuevas generaciones puede que tal vez necesite revolucionarse, para empezar a dar resultado. ¿Estas listo para el cambio?