La esperanza, el corazón y los hábitos de su legado

Por Dan Reiland

La Esperanza del Legado:
¿Piensa en el legado que otros dejaron para usted?

¿Cuál imagina que será su legado?

El legado consiste en causar un impacto positivo que traiga como resultado el bien duradero de los demás.

Hay una gran esperanza en el potencial del legado. Puede cambiar vidas durante generaciones y para la eternidad.

Cada líder deja un legado. Todos dejamos nuestra huella en el mundo; de nosotros depende cuál sea.

Cada uno de nosotros está escribiendo ese legado a diario. Pero usted no puede escribir la historia de su vida y su legado en un día, esto lleva una vida entera, y la intencionalidad siempre crea una historia mejor.

Su legado no es algo por lo que usted deba estresarse; lo cierto es que algunos días serán mejores que otros. Sin embargo, recuerde siempre que dejar un legado es un privilegio, tal vez incluso una responsabilidad, y que es sabio abordarlo intencionadamente y encontrar la alegría en el proceso.

Lo interesante de dejar un legado de impacto que sea positivo y de bien, perdurable para los demás, es que suelen pensar más en ello los que son jóvenes y los que son mayores.

Los jóvenes necesitan orientación para sus sueños, y los mayores deben recordar que nunca es demasiado tarde. Los años intermedios, los críticos, se viven a menudo en un torbellino de ajetreo tal que un legado puede convertirse más en una sorpresa que en un esfuerzo intencionado.

Es cierto que ninguno de nosotros puede conocer todas las sorpresas, contratiempos o éxitos que nos deparará la vida, pero cuanto más intencionados seamos, mayor será la probabilidad de que dejemos el legado que deseamos.

Amigos y colegas han compartido conmigo que no piensan en su vida de una manera tan grandiosa como tener un legado. Para ellos, una vida sencilla, tranquila y buena es suficiente. Su intención es simplemente amar a su familia, pastorear su iglesia y ser amables con los demás.

Eso es un legado, y uno bueno.

El legado no tiene que ver con la fama, sino con la esperanza.

El legado no tiene que ver tanto con el tamaño, ya sea grande o modesto, sino con el corazón y la forma en que usted tocó a aquellos que Dios le permitió amar y servir a lo largo de la historia de su vida y ministerio.

Sin embargo, cuando Dios le invita al privilegio del liderazgo, Él puede tener un propósito más grande de lo que usted imaginó. Y en lo que se refiere al impacto eterno (legado), usted y Dios se asocian en ese viaje, que es un cambio de juego.

El Corazón del Legado

Su llamado
Saber quién es usted en Cristo (su identidad) y su llamado (su propósito) establece la base de su legado. Establecer su identidad y su llamado con un nivel de convicción traerá una tremenda dirección a su legado.

Antes de eso, los años de su vida dedicados a crecer y madurar son igualmente significativos porque esos años de descubrimiento personal ayudan a crear su empatía por los demás y su pasión por marcar la diferencia.

Sus dones y su pasión
Los dones que Dios le ha dado y su pasión personal le ayudan a centrarse y a generar energía en lo que finalmente será su legado.

Sus dones y su pasión hacen que invertir en un legado sea una alegría. Vivir su vida para dejar un legado no es una tarea de la que usted tenga que preocuparse por los errores y los pasos en falso. La vida no es perfecta; de hecho, es desordenada. Pero es increíble lo que Dios puede hacer con eso.

Dejar un legado siempre debe tratarse sobre lo que usted ama hacer porque es lo que usted es. No es una lista de cosas por hacer; es algo arraigado en lo profundo de su corazón que resulta en una vida que bendice profundamente a otros.

Sus valores
Sus valores personales en la vida, esa pequeña lista de lo que considera más importante, determinan el tono, el carácter y el significado de su legado.

Sus valores fundamentales son como las orillas de un río que guían sus decisiones y su forma de tratar, servir e interactuar con la gente.

Los Hábitos del Legado
La vida tiene muchos matices, y muchos factores conforman e influyen en su legado, como su infancia, su personalidad y, como ya se ha mencionado, sus dones y pasiones.

Pero a lo largo de su vida, hay tres hábitos fundamentales que usted puede decidir practicar, y que marcarán una diferencia significativa en su legado. 

Las oraciones que usted hace.
No hay nada que fortalezca más la relación entre usted y Dios ni que aumente el poder de esa relación que la oración. Los momentos tranquilos e íntimos que usted pasa con Dios a lo largo de las décadas de su vida tienen mucho más que ver con su legado de lo que imagina.

Piense en la pasión de sus oraciones por sus hijos, la urgencia de sus oraciones por su iglesia o la compasión de sus oraciones por los enfermos y los que sufren. Esas oraciones le cambian, impactan a otros y comprometen el corazón de Dios.

Sus oraciones involucran el elemento sobrenatural que transforma una buena vida de agregar valor a otros en una vida que tiene impacto eterno.

Las personas que usted ama.
El legado de Dios en nuestras vidas, y a través de nuestras vidas, fue puesto en marcha a través de Su hijo Jesús porque Él nos amó tanto. El amor de Dios es nuestro modelo.

Las personas a las que usted ama y por las que se preocupa, las personas a las que da generosamente de usted mismo para formar el núcleo de su legado.

La generosidad puede significar dos minutos con un desconocido o ser mentor de un líder durante veinte años. La generosidad de espíritu consiste en estar plenamente presente, ser sensible al Espíritu Santo y añadir valor de forma intencionada.

La generosidad tiene un gran impacto en su legado.

En una nota más personal de mí para usted, cuídese a usted mismo, para que pueda amar a los demás más profundamente, generosamente y desde el corazón. Sólo puede dar lo que tiene, y desde un lugar de margen saludable.

Los líderes que usted desarrolla.
Los líderes que desarrolla son el gran multiplicador de su legado.

Volvamos a la idea de grande o modesto. No se trata tanto de cuántos líderes usted desarrolla; se trata de seguir el plan de Dios para su propósito y desarrollar tantos líderes como sea un flujo natural de su ministerio.

Lo importante es que desarrolle líderes. El desarrollo de líderes fortalece su iglesia, aumenta el alcance de su visión y añade un gran valor personal a sus vidas.

Más y mejores líderes aumentan el alcance de su legado y les ayudan a vivir su propio legado a un mayor nivel.
– Las oraciones que usted hace.
– Las personas a las que ama.
– Los líderes que desarrolla.

¿Cómo vivirá su vida para dejar el mundo un poco mejor de lo que lo encontró e impactar las vidas de las generaciones venideras?

Derechos del Autor © 2023 Dan Reiland

Traducido por: Elizabeth Guevara Cabrera.