La Iglesia del Nazareno en Mesoamérica da gracias a Chelsea y AJ Fry por su servicio en la región. Ellos están regresando a los Estados Unidos para servir con un distrito urbano.
Los Fry iniciaron su servicio en el año 2017 en la República Dominicana, donde desempeñaron diferentes roles para ministerios regionales y de Área. Inicialmente fueron invitados para colaborar en la creación de un lugar para el Centro de Formación Misionera, un programa para capacitar y equipar a nuevos misioneros de la Región Mesoamérica y así continuar con nuestro llamado global y regional de hacer discípulos semejantes a Cristo en las naciones, y en este lugar específicamente en los centros urbanos.
La necesidad era de un espacio más grande para capacitar y albergar a nuevos misioneros durante tres o cuatro meses. El plan original fue construir un edificio nuevo en el Campus del Seminario Nazareno Dominicano. Con el tiempo, el plan cambió a remodelar los edificios existentes para satisfacer esas necesidades, así como las necesidades del Campus, que ahora es el Centro Nazareno de Conferencias.
Durante los primeros tres años, los Fry organizaron equipos de Trabajo y Testimonio para renovar el campus. Durante ese tiempo recibieron a más de 20 equipos, incluidos algunos equipos locales. “Aprendimos mucho sobre hospedaje y Trabajo y Testimonio, y también sobre la iglesia dominicana”. Dicen los Fry.
Tuvieron éxito en la renovación de una casa que será un área de dormitorios y una biblioteca que también será el salón de clases para las capacitaciones. Sin embargo, ellos querían algo más que solo albergar equipos para hacer la construcción, así que también capacitaron a los grupos en misiones urbanas.
“Nos enamoramos de la ciudad y del ministerio en la ciudad y vimos una gran necesidad de la Iglesia en la ciudad”. Dijeron los Fry.
En 2019, sus asignaciones cambiaron a Coordinador de Comunicaciones y Coordinador de Misiones Globales para el Área Central.
Pero en 2021 ellos sentieron que Dios los estába guiando más profundo en el ministerio urbano, ellos fueron invitados a ser plantadores de iglesias en las ciudades del Distrito Norte del Estado de Nueva York en los Estados Unidos.
Los Fry nos comparten un testimonio muy especial:
Dios ha sido tan bueno con nosotros y ha provisto para todas nuestras necesidades. Hemos visto a Dios obrar en y a través de los dominicanos, así como también en las personas que vinieron en viajes misioneros de corto plazo. Hemos aprendido mucho sobre la cultura y la diversidad en el Reino de Dios. Dios nos ha mostrado su corazón por la ciudad y su Iglesia. Muchos dominicanos nos han recibido en su hogar como parte de su familia. Los extrañaremos mucho y esperamos seguir en contacto con muchos de ellos.
Una cosa que hemos aprendido desde que aceptamos el llamado a las misiones es tener fe absoluta en Dios. Puede parecer aterrador o imposible y definitivamente frustrante a veces, pero siempre debemos confiar en que Dios nos usará para su Reino si somos obedientes a Él. No es nada especial ser misionero o ser llamado a otra cultura o país o aprender un nuevo idioma o probar una nueva comida. Lo importante es escuchar al Espíritu Santo, estar en sintonía con Él y ser obedientes a lo que sea o dondequiera que Él llame.
Damos gracias a Dios por el servicio de los Fry en Mesoamérica y oramos para que Dios los acompañe y bendiga en todo lo que está por venir ¡Gracias Familia Fry!