Encuentro se realizó del 30 de junio al 14 de julio de 2018 en Guatemala y Costa Rica, el evento impactó la vida de cientos de personas, tanto de las comunidades que fueron ministradas, como la de los voluntarios. La nicaragüense, Valeria Narváez nos comparte su testimonio durante este tiempo en el que sirvió como traductora en Guatemala.
“Durante el tiempo de Encuentro y Timoteo, serví como traductora, y uno de los momentos que atesoro en mi corazón fue el día en que salimos a evangelizar, ese tiempo se volvió en una peregrinación de oración por salud. La mayoría de las personas que nos encontrábamos nos pedían oración por sanidad. La más impactante fue una señora que nos encontramos en el camino, ella iba a comprar tortillas, el Pastor César Robleto, de la Iglesia Getsemaní la detuvo y le preguntó si tenía una petición de oración, ella dijo que sí e incluso nos invitó a su casa. Ella nos pidió orar por su hija quien tenía cáncer. Nos indicó la dirección de su casa y nos dijo que la esperáramos, pero como se hacía tarde decidimos ir a su casa. Preguntamos por la muchacha, se llama Andrea. Le dijimos que su mamá nos pidió que oráramos por ella, ella se sorprendió, pero también se puso feliz. El momento de oración fue muy hermoso, las lágrimas no se hicieron esperar. Solo Dios sabía la necesidad, el dolor, la angustia por la que estaban pasando. Después de la oración pudimos notar un rostro lleno de esperanza y de agradecimiento. Nosotros también estábamos agradecidos con Dios por ese momento. Fue un gran privilegio poder orar con ellos. La mamá llegó en medio de la oración. Una de las hermanas de Norte América compartió palabras de ánimo y pudimos sentir cómo el Espíritu Santo se estaba moviendo en ese lugar trayendo paz y tranquilidad. Fue una de las traducciones más difíciles de mi vida al tener que hablar con lágrimas en los ojos, pero también fue de las más hermosas que he podido experimentar.”