Después de varios meses sirviendo en el Cuerpo Misionero como misioneros en Costa Rica, el Señor empezó a hablarnos a través de Isaías 58:11 sobre Sus planes para movernos de Costa Rica hacia una “tierra quemada por el sol”. No estábamos seguros exactamente dónde estaba esta tierra, y entonces empezamos a buscar la dirección del Señor. Al pasar de los meses, sentimos que la Región Mesoamérica nos pediría que consideráramos un cambio en el ministerio y localidad; Haití. Después de meses en oración y buscarlo confirmamos en febrero pasado que el Señor mismo, estaba llamándonos a servir en Haití y que la Región nos quería sirviendo en el Ministerio de Compasión y con Trabajo y Testimonio en Haití. Agradecemos a Dios por la confirmación de Su voluntad para nuestra familia y por el apoyo de la Región en nuestro traslado a Haití. Ahora buscamos llevar a cabo el verso 12 de Isaías 58;
Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas;
Los cimientos de generación y generación levantarás,
Y serás llamado reparador de portillos,
Restaurador de calzadas para habitar.
Hay mucho trabajo por hacer en Haití. No solamente hay edificios destruidos, sino también vidas destruidas que necesitan recibir la restauración que solamente Dios puede dar. Por favor oren por nuestra familia cuando buscamos ser el corazón y las manos de Jesús en Haití. Oren para que nos adaptemos rápidamente en nuestra nueva asignación, que nuestros niños hagan amigos y que encontremos una escuela para ellos a la que puedan asistir. Oren por nuestro hijo mayor, Ryan, quién continúa en Canadá para su educación. Oren por los que trabajamos en Trabajo y Testimonio aquí en Haití, así como también por los grupos que vendrán de todo el mundo. Oren para que nuestro trabajo para el Señor dé fruto eterno.