La Región Mesoamérica de la Iglesia del Nazareno: está formada por México, Centroamérica, Panamá, las Antillas Menores, la Antillas Mayores, Belice y las Guayanas en América del Sur. Es indudable que existe una variedad muy rica de cultura en todos los países que la integran, que si buscamos las diferencias encontraremos muchísimas por ejemplo: la forma de vestir, el idioma, la comida, las razas, costumbres, el medio ambiente, sistemas políticos y de gobierno, religiones, climas, nivel socio económico.
Como denominación, La iglesia del Nazareno, desde los inicios de su organización, consideró necesario establecer “Principios de Fe” totalmente basados en las Sagradas Escrituras y revisados constantemente en las Asambleas Generales.
Un solo Cuerpo: En su artículo XI dice de la siguiente manera: Creemos en la iglesia, la comunidad que confiesa a Jesucristo como Señor, el pueblo del pacto de Dios renovado en Cristo, el Cuerpo de Cristo llamado a ser uno por el Espíritu Santo mediante la Palabra. Dios llama a la iglesia a expresar su vida en la unidad y comunión del Espíritu; en adoración por medio de la predicación de la Palabra, en la Observación de los sacramentos y al ministrar en su nombre; por la obediencia a Cristo y a la responsabilidad mutua.
La misión de la iglesia en el mundo es continuar la obra redentora de Cristo con el poder del Espíritu, mediante una Vida Santa, la Evangelización, el Discipulado y el Servicio.
Un solo Espíritu: Esta declaración se identifica con nuestro artículo III Creemos en el Espíritu Santo como la Tercera Persona de la Trinidad. Pero además creemos en el Espíritu Santo como nuestro Paracleto el consolador, el maestro que nos guía toda verdad, el dador de dones ministeriales y del fruto en la vida del creyente, el que nos fortalece para vivir vidas piadosas delante de Dios y poder para ser testigos de Jesucristo.
Una misma Esperanza: En esta declaración podemos agrupar a los artículos de fe, XV la Segunda Venida de Cristo y XVI la resurrección, el juicio y destino. “Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra predicación y vana nuestra fe” (1ra. Corintios 15:14).
Un solo Señor: Esta declaración está comprendida en el artículo No. II Jesucristo, a quien una vez que rendimos nuestras vidas a su Señorío, se constituye en nuestro Señor y Salvador.
Una sola Fe: Esta declaración agrupa todas aquellas obras y medios de gracia que se experimentan en nuestras vidas por medio de la Fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6), y estos artículos son:
- Artículo V. el pecado Original y Personal.
- Artículo VI. La Expiación.
- Artículo VII. La Gracia.
- Artículo VIII. El Arrepentimiento.
- Artículo IX. La Justificación.
- Artículo X. La Santidad Cristiana y la Entera Santificación.
- Artículo XIII. La Santa Cena.
- Artículo XIV. La Sanidad Divina.
El Bautismo: Articulo de Fe XII, como símbolo del nuevo pacto, y a la vez como Sacramento ordenado por Jesucristo, pero también nos confirma como miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo de acuerdo al libro de Hechos Ca.2 versículos 41 y 42 que textualmente dice: “Así que, los que recibieron su Palabra fueron bautizados;…”
Así Pues, que el bautismo en agua, es nuestra confesión personal de la fe en Cristo Jesús y nuestra identificación con El en su muerte, sepultura y resurrección.
Un solo Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos y por todos y en todos. Creemos en el Dios trino.
Y en el artículo IV creemos en las Sagradas Escrituras que nos revelan la voluntad de Dios para nuestras vidas, principalmente el deseo de que todos seamos salvos.
Región Mesoamérica, tiene una riqueza en cuanto a dones y talentos ministeriales repartidos en todos sus miembros que pueden combinarse para sacar el mayor provecho para el crecimiento del Reino de Dios.
Conclusión:
En esta Unidad, todas las distinciones nacionales, raciales, sociales y culturales son removidas, para que seamos uno en Cristo Jesús “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gal. 3:28).
La Voluntad de Dios es que todo creyente, sin excepción alguna, sin importar edad, sexo, condición o posición dentro de la iglesia, “lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento de su hijo, a un varón perfecto, a la medida de la plenitud de Cristo, para que no seamos niños…sino que crezcamos en todo…para ir edificándonos en amor,” unidos por la sana doctrina declarados en 16 artículos de fe con Jesucristo como la Cabeza del pueblo llamado “Iglesia del Nazareno”.
Escrito por: Pbro. Israel Acosta Acebedo.
Coordinador de Área CA-4, Región Mesoamérica.
Edición: Yanina Gálvez.