“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días…” Deuteronomio 30:19-20 RVR 1960
Muchos jóvenes escogen vivir imitando a ciertos artistas de la música, o personas que destacan en algún deporte, etc., y los convierten en héroes personales, y estos influyen en su vida más de lo que creen. Sin darse cuenta empiezan a copiar la conducta, forma de vestir, de hablar y hasta de pensar.
Recientemente murió un gran astro del fútbol, pero al igual que muchos otros hombres y mujeres famosos, lamentablemente tuvo una desastrosa vida familiar, consigo mismo y con otros.
En este caso fueron sus adicciones lo que lo llevaron a perder la posibilidad de seguir realizando el deporte que lo llevó a la fama. Al parecer ser tan famoso lo hizo perderse y se entregó al dominio de las drogas, y esto a la muerte.
Si bien como joven y como parte de tu proceso en la vida necesitas a alguien a quién imitar, es necesario que desarrolles la capacidad de discernir, para que cuando admires a una persona o a un famoso comprendas que este es tan sólo un humano que, aunque destaca en un área de la vida, también tiene áreas en las que puede ser débil, así que no puedes dejarte deslumbrar sólo por lo que hace bien.
A esta capacidad para discernir se le llama inteligencia emocional, y es la que nos permite diferenciar lo que es bueno imitar y lo que no. Nos ayuda a reflexionar acerca de lo que es bueno o malo para nuestra vida y eso nos ayuda a escoger la vida. Y Dios mismo nos pide escoger la vida, pero no sólo para provecho personal sino también para la de nuestra descendencia.
La inteligencia emocional te ayudará:
- A decir no a las adicciones, aunque estas parezcan atractivas podrás decirles no, porque entenderás que estas no edifican tu vida.
- A decir no a las relaciones sexuales y embarazo antes o fuera del matrimonio.
- A pensar que mereces un buen futuro y que por lo tanto debes cuidar tu presente.
- A aprender a tomar buenas decisiones, tomando en cuenta que lo que decides hoy debe ser adecuado para tu vida futura.
- A entender que para ser feliz no necesitas alcohol, drogas, o vivir una vida desenfrenada, porque reconocerás que esto traerá consecuencias para tu futuro. Pues, aunque pienses que falta mucho, la vida futura es una realidad que debes construir hoy.
- A decidir que el Espíritu Santo te guíe en tus decisiones cuando te atreves a confiar en él.
- A aceptar que Dios tiene planes de bien para tu vida y que puedes caminar con esa convicción.
Tu y yo necesitamos inteligencia emocional, que también es la sabiduría que podemos pedirle a Dios. Él nos la dará y nos ayudará a escoger la vida y la bendición.
Que Dios te ayude en todo lo que emprendas hoy.
Dr. Miguel E Irene Garita
Ministerio Cuidado Familiar, Iglesia del Nazareno Región Mesoamérica.