5 Preguntas a Considerar Cuando Llegan
Personas Nuevas a Su Iglesia
Por Dan Reiland
No se obsesione con la cantidad de personas nuevas que llegan a su iglesia. En lugar de eso, agradezca a Dios y pastoréelos bien.
Algo parece estar moviendo a más personas a venir a la iglesia. El interés espiritual va en aumento, y el potencial de alcanzar a la gente para Cristo es sustancialmente mayor ahora que en los últimos años. ¿Qué cree usted que es eso?
Posiblemente:
– Hambre espiritual: la gente busca respuestas que tengan sentido en un mundo que no lo tiene.
– La niebla de la pandemia se está disipando y el miedo está disminuyendo.
– Dios se está moviendo de una manera nueva y fresca.
– Los líderes están orando más que nunca. Siempre hemos sabido que Dios es la fuente, pero los últimos años han hecho más profunda nuestra dependencia.
No pretendo conocer todas las razones con certeza, pero lo que sí sé es que estoy agradecido y doy gracias a Dios a diario.
¿Cuál es nuestra parte?
Cuando Dios se mueve, ¿cómo nos posicionamos para estar en sintonía con lo que Él está haciendo y hacia dónde va? – «Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo».
Para llegar a la gente hoy en día, es necesario un liderazgo sabio, una excelente programación es útil y una atención compasiva es necesaria, pero escuchar la dirección de Dios es esencial.
Hay muchas facetas, desde la oración hasta el liderazgo y desde la visión hasta la estrategia, pero siempre se trata de las personas.
5 preguntas a considerar cuando llegan nuevas personas a su iglesia.
En esta temporada alentadora de nuevas personas que vienen a la iglesia, no debemos permitir que las viejas suposiciones nos guíen en la dirección de estas nuevas personas. La vida ha cambiado – la vida es buena, pero es diferente.
1) ¿Quién viene y por qué?
Como estudiante de liderazgo, no creo que tengamos que empezar con una pizarra en blanco al considerar esta pregunta. Hay pistas y perspectivas que podemos obtener de la diferencia entre generaciones.
Por ejemplo, si estás atrayendo principalmente a la Generación Z, sus necesidades y deseos serán diferentes a los de la Generación del Milenio.
La diversidad generacional es un pequeño destello del cielo. ¿Están sus generaciones mayores haciendo sitio a la siguiente generación?
A veces la gente visita su iglesia simplemente porque usted les ha hecho sitio. No sólo espacio físico, sino emocional, generacional y un espíritu abierto a personas que no son como usted.
Como un Boomer, hago sitio intencionadamente. Es una experiencia maravillosa educar y capacitar a jóvenes líderes. Hay muchas razones por las que esto es importante, pero entre ellas está el hecho de que los líderes más jóvenes conectarán y se comunicarán mejor con los adultos más jóvenes.
Y he aquí algo hermoso sobre la diversidad generacional, las generaciones mayores tienen la experiencia para pastorear espiritualmente a las generaciones más jóvenes con paciencia, experiencia y sabiduría.
Esto es sólo la punta del iceberg de esta cuestión. Hable con su equipo para profundizar en quién viene y por qué.
2) ¿Cuáles son sus necesidades sentidas?
Las necesidades sentidas de una persona suelen ser distintas de sus necesidades reales, pero suele ser mejor empezar por lo que más le pesa en su vida cotidiana. Empezar por donde están.
¿Cómo descubrimos sus necesidades? Tenemos que acercarnos lo suficiente para conectar y conversar, pero sin complicarnos. A veces, unos minutos en el vestíbulo un domingo por la mañana pueden revelar mucho.
¿Cómo puede usted responder de manera significativa a necesidades como:
– Presiones financieras en una economía insegura
– Crianza de los hijos en una cultura que cambia rápidamente
– Crisis de fe debido a la percepción de que Dios no está ahí para ellos.
– Luchas matrimoniales en las que las parejas están dispuestas a tirar la toalla.
Las necesidades dentro de su congregación parecen interminables, y usted no puede satisfacerlas todas, pero puede satisfacer algunas. Empiece por ahí. Cada iglesia es diferente, ¿cuál es su mejor respuesta? Sea consciente al respecto, piense en ello, ore y responda.
Luego, ¿cómo guiar y pastorear a las nuevas personas que vienen a satisfacer sus necesidades más profundas y eternas?
3) ¿Dónde están espiritualmente?
¿Las nuevas personas que asisten a su iglesia son buscadores esperanzados, cristianos heridos y desilusionados, escépticos que anhelan algo significativo?
– ¿Conocen la Biblia?
– ¿Oran?
– ¿Conocen al Jesús de las Escrituras?
Pregúnteles. Saber dónde se encuentra la gente espiritualmente le ayudará a dar los siguientes pasos. No se apresure a abandonar su sistema, pero es posible que tenga que adaptar su enfoque, cambiar el lenguaje y escuchar más para satisfacer las necesidades de la manera más personal posible.
La verdad es que no es fácil discernir dónde se encuentran espiritualmente las personas. Las heridas del pasado, la confusión o las decepciones espirituales y la falta de conocimiento afectan a la percepción que una persona tiene de la verdad espiritual y de las buenas nuevas de Cristo.
Los sistemas y procesos son necesarios para mantenerse organizado y hacer espacio para algo más que un puñado de gente nueva en su iglesia, pero no podemos sobreestimar la importancia de un toque personal. Encuentre formas de conexión y conversación personales. Cuanto más usted aprenda, mejor dirigirá y ayudará a la gente a madurar espiritualmente.
4) ¿Qué inspira a la gente a volver?
La gente sigue viniendo a la iglesia porque la invitan, sigue viniendo porque está buscando, pero no se queda por eso. Quieren que se les vea, saber que se les valora y sentir que le importan. Cuando usted ayuda a las personas a saber que le importan a usted y a Dios, es mucho más probable que vuelvan.
Cuando usted tiene clara su visión, la gente adquiere un sentido de propósito y significado. Eso los animará espiritualmente y los inspirará a nivel del alma. Cuando la gente ve que usted se toma en serio lo de marcar la diferencia en su comunidad e incluso en el mundo, quiere formar parte.
Los nuevos patrones de asistencia pueden ser frustrantes, lo sé, pero intente no centrarse en eso y quedarse estancado. Adáptese, pero no se conforme. Lo que quiero decir es que acepte la nueva realidad y dirija dentro de esa realidad, pero aún puede animar, pastorear, orar y dirigir hacia hábitos y ritmos espirituales más saludables.
5) ¿Qué tiene Dios en mente?
Un buen liderazgo siempre comienza con la oración, actúa y vuelve a la oración.
En pocas palabras, nosotros:
– Damos gracias a Dios
– Pedimos a Dios que nos guíe
– Escuchamos atentamente
– Actuamos
(Repetimos alguna versión de esto una y otra vez a medida que progresamos en el avance de Su Reino y el fortalecimiento de Su Iglesia).
¿Qué le está diciendo Dios a usted? Sabemos que la voluntad de Dios es que todos confíen en Cristo para salvación, pero hay tantos movimientos de Su amor y gracia que debemos escuchar cuidadosamente lo que Él está haciendo ahora mismo.
¿Qué siente usted que hay en su iglesia en este momento? ¿Qué se agita en su alma por el crecimiento espiritual de su congregación y especialmente por las nuevas personas que le honran con su presencia y participación?
Esta es una temporada increíble para la iglesia, el potencial para ayudar a la gente y cambiar vidas es enorme. Estamos todos juntos en esto, ¡animémonos mutuamente a dar lo mejor de nosotros!
Copyright © 2023 Dan Reiland
Traducido por: Elizabeth Guevara Cabrera