3 Mentalidades para Líderes acerca del Dinero – Y la Verdad sobre el Materialismo
Por: Dan Reiland
La forma en que un líder se relaciona con el dinero es contagiosa. Si usted dirige un grupo pequeño o la iglesia entera, la manera en que usted maneja el dinero influye en otros e impacta su ministerio.
El dinero es de naturaleza altamente espiritual. Las escrituras hablan del dinero cientos de veces y está directamente conectado a la disposición de nuestro corazón. No podemos liderar bien sin manejar las finanzas en los términos de Dios.
Curiosamente, a veces atribuimos rasgos de personalidad al dinero y a las personas. Los líderes dicen de sí mismos cosas como:
– «Definitivamente soy frugal».
– «Me encanta dar».
– «Soy muy cauteloso con el dinero».
– «Soy fuerte recaudando dinero para la visión».
– «No soy bueno con el dinero».
– «Soy muy arriesgado con el dinero».
– «La generosidad es un valor fundamental para mí».
¿Cómo describiría su personalidad en relación con el dinero? ¿Se relaciona con alguna de éstas o con algo diferente?
3 Mentalidades para Líderes y Dinero
Permítame presentarle tres categorías (ciertamente generalizadas y amplias) en las que he visto vivir a los líderes y, en muchos casos, a sus iglesias. Por supuesto, hay varios grados en cada una.
Nota: Por favor, no atribuya ninguna de estas categorías a un grupo en particular. Cualquiera de ellas puede estar en cualquier líder o en cualquier iglesia.
1) Mentalidad de escasez
La mentalidad de escasez inherentemente cree que no hay suficientes recursos financieros para satisfacer las necesidades, la capacidad de desarrollar recursos es improbable y por lo tanto rechaza la idea de ganancia materialista. Algunos creen que tener poco o menos ayuda a ser humilde y piadoso.
Las posesiones y las bendiciones materiales se consideran una carga y a menudo innecesarias.
Inquilinos clave: Escasez y austeridad
Las iglesias con una mentalidad de escasez protegen el dinero, son reacias a asumir riesgos, viven en un marco de austeridad y, aunque valoran ayudar a los necesitados, la práctica de la austeridad les deja con poco o nada que dar. Por lo general, no confían en que se puedan cultivar recursos o en que Dios proveerá.
2) Mentalidad de prosperidad
La mentalidad de prosperidad adopta la creencia de que la bendición material y el éxito financiero son la voluntad de Dios para aquellos con gran fe y que son generosos con la iglesia. En algunos casos, la creencia es que, si careces de bendiciones, careces de fe.
Las posesiones y la bendición material son vistas como una promesa de Dios.
Inquilinos clave: Fe y Bendición
Las iglesias con una mentalidad de prosperidad a menudo se centran en una plataforma de salud, riqueza y felicidad. Si eres generoso con la iglesia, Dios es generoso contigo. Estas iglesias creen a lo grande en las bendiciones y milagros de Dios, adoptando el pensamiento positivo y las declaraciones como camino.
3) Mentalidad de mayordomía
La mentalidad de mayordomía cree que las bendiciones materiales son dadas por Dios y que nosotros somos los administradores (o mayordomos), no los propietarios, en quienes se confía para que las utilicemos sabiamente. A nivel personal, las posesiones deben disfrutarse y tenerse con libertad en lugar de codiciarlas. La expectativa es que los dones y talentos sean utilizados para ser industriosos para los propósitos del Reino.
Las posesiones y bendiciones materiales son vistas como un regalo de Dios.
Inquilinos clave: Responsabilidad y generosidad
Las iglesias con una mentalidad de mayordomía persiguen invertir en la agenda del Cielo. Los recursos son usados para propósitos de Dios y Su Reino. (Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. Mateo 6:21) Las bendiciones se disfrutan, pero no se ven como un derecho.
Estoy presentando la mentalidad de la mayordomía (teología de la mayordomía) como el modelo bíblico. Enumero los otros dos porque como líderes podemos tener tendencias a inclinarnos hacia partes de una mentalidad de escasez o prosperidad, usualmente sin intención.
No es difícil ver cómo cualquiera de nosotros podría deslizarse en cualquier dirección.
Es fácil ver lo que sucede con la mayordomía comprometida:
– Presión para cumplir con los presupuestos (desánimo)
– Fe para confiar en Dios por los recursos (temor)
– Tensión en la toma de decisiones financieras (confusión)
Y tenga en mente que al Enemigo le encanta atacar a los líderes en esta área.
El materialismo directamente conectado con el consumismo es una de las maneras en que al Enemigo le encanta hacernos tropezar y desviarnos del camino personal, lo que a su vez puede afectar la manera en que dirigimos y administramos los recursos de la iglesia.
La verdad sobre el materialismo impulsado por el consumismo:
1) Ninguno de nosotros escapa completamente a la influencia del consumismo, es una tentación sutil, lenta pero inevitable.
Más grande, más y mejor es la canción de moda.
En mi caso, creo que soy más vulnerable cuando permito que la ganancia material se relacione con el progreso y la mejoría. El progreso y la mejoría son valores que defiendo y a veces mejoran mi posición material. Eso es una bendición, no un derecho. Pero si se invierte el orden y persigo el beneficio material bajo la bandera del progreso y la prosperidad, entonces voy en la dirección equivocada.
2) Evita juzgar a toda costa.
El enemigo es astuto. Si usted no está luchando con el materialismo, él puede tentarlo a juzgar a otros que sí lo están. Sea consciente y resístase a juzgar.
Es poco probable que cualquiera de nosotros conozca la narrativa financiera completa de las personas con las que no estamos cerca, ni de otras iglesias en las que no estamos dentro del equipo.
Aprendí un gran principio de mi amigo y Pastor Fundador de la Iglesia 12Stone, Kevin Myers, que simplemente decía: «Todos trazamos la línea en diferentes lugares». Por ejemplo, cuando se trata del tamaño de una casa, el coste de un coche, o el tipo de vacaciones, la gente traza la línea en diferentes lugares por diferentes razones según los diferentes recursos.
La cuestión es prestar atención a las líneas que trazamos para nosotros mismos buscando el corazón de Dios y Su sabio consejo, y permitir que los demás hagan lo mismo para su propia vida.
Mi tentación es fijar una línea de lo que es suficiente en mi vida escuchando a Dios y el sabio consejo, pero luego considerar moverla. No es grande y descarado, es lento y sutil. No es legalismo, es algo de lo que hay que ser consciente.
¿Y usted? ¿Cómo lo está haciendo en este terreno?
3) El materialismo no es posesión, es obsesión. El materialismo no está determinado por un número, es una condición del corazón.
Poseer cosas, desear algo especial, o disfrutar de algo que le pertenece a usted no es la cuestión, estar obsesionado con eso sí lo es. Cuando empezamos a pensar que merecemos tenerlas, es cuando empiezan los problemas.
El materialismo no viene determinado por lo mucho o poco que tengamos, es una cuestión del corazón y de lo que hacemos con lo que tenemos. Se trata de cuan flojamente sostenemos lo que tenemos y si bendecimos a otros con ello.
Las iglesias a las que servimos son iguales. Una iglesia con un presupuesto enorme no es mejor o peor que una iglesia con un presupuesto modesto, se trata de lo que se logra con los recursos que Dios nos da a cada uno.
7 señales de advertencia del consumismo personal impulsado por el materialismo:
(Esto puede impactar la forma en que usted lidera.)
– Cuando pasamos de administrar nuestro dinero a estar ansiosos por él.
– Cuando la envidia y los celos entran en escena.
– Cuando perdemos el aprecio por lo que Dios ya nos ha dado.
– Cuando perdemos la alegría de dar alegremente.
– Cuando buscamos las cosas más que a Dios.
– Cuando pensamos que las cosas nos harán felices.
– Cuando lo suficiente nunca es suficiente.
Si estas cosas encuentran su camino en nuestras vidas personales, lentamente se deslizan en nuestro liderazgo y mayordomía de los recursos de Dios.
4 pasos útiles para evitar la trampa del materialismo:
1. Establecer límites sabios – trazar líneas donde lo suficiente es suficiente.
2. Expresar gratitud a Dios por lo que usted tiene – disfrutará más de su vida.
3. Practicar la generosidad como estilo de vida – esto agrada a Dios.
4. Pedirle a Dios que aumente su fé – El contestará esa oración.
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El dinero es una fuerza poderosa que puede usarse para el bien o para el mal. A menudo hay una delgada línea entre los dos.
13 “Ningún sirviente puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas”. Lucas 16:13
Copyright © 2023 Dan Reiland
Traducido por: Elizabeth Guevara Cabrera